Antártida, especialistas preocupados por boom turístico

Antártida, especialistas preocupados por boom turístico. El boom turístico que atraviesa la Antártida como confín inexplorado motiva gran pregunta entre especialistas: ¿puede el continente hacer frente al impacto?

Antártida boom turístico

Con la excepción de la temporada posterior al colapso financiero 2008-09 y el verano afectado por la pandemia de 2020-21, cuando solo 15 turistas visitaron la Antártida, las cifras han aumentado constantemente en los últimos años para analizar el boom turístico.

La mayoría de los turistas visitan la península antártica templada, accesible y rica en vida silvestre, donde desembarcan en la bahía Fildes para volar desde la pista de aterrizaje de la fuerza aérea chilena que se encuentra arriba en una meseta poco profunda.

Pero mientras que Ianenkov y sus colegas podrían beneficiarse de un flujo constante de clientes adinerados (un crucero por la Antártida puede costar fácilmente 12 mil dólares, la concentración de turistas en áreas altamente sensibles, y durante unos pocos meses durante el verano, tiene un impacto acumulativo en una de las últimas regiones vírgenes del mundo.

“El impacto y la huella son bastante enormes”, dijo la Dra. Daniela Liggett, profesora asociada de la Universidad de Canterbury en Nueva Zelanda, donde investiga la política, la gestión y el turismo antárticos.

La naturaleza estacional del negocio significa que los delicados ecosistemas enfrentan una avalancha de visitantes durante la temporada de verano y una pausa repentina durante el invierno.

En los puntos de acceso turístico, el efecto de esa afluencia suele ser evidente. Colas de cruceros esperan en Fildes Bay; se han registrado derrames de combustible y colisiones entre embarcaciones y vida marina, y en algunas áreas los turistas han caminado sobre delicados musgos y plantas. Algunas estructuras históricas incluso han sido marcadas por graffiti.

Áreas visitadas

En las áreas más visitadas, los investigadores incluso han descubierto que la nieve tiene una mayor concentración de carbono negro procedente de los escapes de los barcos, que absorbe calor y acelera el derretimiento. En partes de la Península Antártica, esto puede causar que la nieve superficial se derrita hasta 23 mm cada verano.

Otro estudio calculó que cada visitante entre 2016 y 2020 estaba derritiendo 75 toneladas de nieve con solo visitar la Antártida.

“Es genial que los turistas conozcan este increíble lugar, porque siempre protegerás lo que amas”, dijo el Dr. Luis Miguel Pardo, biólogo chileno.

Pero Pardo expresó su preocupación por la posible introducción de organismos extraños en la Antártida. Varias especies no autóctonas ya han establecido una presencia en la península, y la crisis climática y las temperaturas más cálidas aumentan la probabilidad de que más lo hagan en el futuro.

“Esto necesita desesperadamente ser regulado, y de manera multilateral, no solo por un conjunto de actores”, dijo Pardo.

Según datos de la IAATO, este verano hubo 32.730 visitantes solo de cruceros, así como 71.258 visitas en las que desembarcaron turistas.

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