Apuestas deportivas en Brasil, interviene Bolsonaro

Apuestas deportivas en Brasil, interviene Bolsonaro. La sanción de las apuestas deportivas legales en Brasil enfrenta nuevo retraso, ahora con la intervención del presidente Bolsonaro.

Apuestas deportivas Brasil Bolsonaro

Brasil ha estado trabajando en la legalización de las apuestas deportivas durante un tiempo y parecía que la línea de largada estaba a la vista. Sin embargo, el presidente del país, Jair Bolsonaro, se interpuso en el camino.

El presidente de Brasil terminó por detener el envío de la propuesta de apuestas deportivas al Congreso. El congresista Marco Feliciano, uno de los líderes de la bancada evangélica, le dijo a Bolsonaro que se opone a la medida, incluso pidiendo al presidente que no firme el decreto.

Bolsonaro, que se postula para la reelección, escuchó. Entonces, por ahora, y por un tiempo desconocido, cualquier progreso para legalizar las apuestas deportivas puede detenerse.

La regulación de las apuestas deportivas es el foco principal de la industria del juego en Brasil. La defensa del tema sigue arrasando y dominando gran parte del escenario político, hasta el punto de situar a Bolsonaro como ‘rehén’ de la bancada evangélica.

Bolsonaro siente una mayor presión por las encuestas electorales recientes. Estos indican que el principal candidato de la oposición, Luís Inácio Lula da Silva, aparece como favorito. Brasil realizará sus elecciones para presidente, gobernadores, diputados y senadores el 2 de octubre.

Decreto

Un decreto presidencial que regule las apuestas deportivas en Brasil sigue siendo la única opción que Brasil podría implementar de inmediato en el sector. Muchos defensores han apoyado la legalización por los ingresos fiscales que puede generar, pero la decisión de Bolsonaro pone todo en riesgo.

«Soy pastor evangélico. Fui elegido para representar a este segmento. Estamos en contra de cualquier tipo de juego que involucre apuestas en efectivo. El juego destruye familias. Esa es la puerta de los casinos”, dijo el congresista Marco Feliciano.

Grupo sueco

André Gelfi, socio en Brasil del grupo sueco de juegos Betsson, estima que el mercado no regulado podría mover R$ 60 mil millones (US$ 11,7 mil millones) este año. Los cálculos indican que el país podría recaudar R$ 6,4 mil millones (US$ 1,25 mil millones), lo que generaría R$ 800 millones (US$ 156,16 millones) en impuestos corporativos, R$ 2,2 mil millones (US$ 429,44 millones) con concesión de licencias y R$ 3,4 mil millones (US$ 663,68 millones) millones) en el impuesto a las ganancias sobre premios.

A pesar de los beneficios estimados, Feliciano argumenta que las apuestas deportivas son perjudiciales para la fe evangélica. Él cree que las cifras no son reales y que la industria del juego las inventó. Afirma que no se proporcionó transparencia para mostrar cómo se llegó a esos resultados.