Barrio Yungay, morada del presidente Boric cotiza la zona

Barrio Yungay, morada del presidente Boric cotiza la zona. Cuando el presidente Boric alquiló una casa en Barrio Yungay fue un movimiento sorprendente y reflejo de su agenda política.

Boric Barrio Yungay

Barrio Yungay es un diamante en bruto de la gran capital de Chile. Es uno donde la arquitectura colonial y de la Belle Époque convergen con el arte callejero, y los residentes se saludan por su nombre. Incluso si se topan con el presidente del país, Gabriel Boric.

Fundado en 1839, los chilenos saben que Yungay es considerado el primer barrio del país y alguna vez fue un imán para los inmigrantes europeos adinerados que construyeron elegantes mansiones en el siglo XIX.

El distrito de Yungay, en el centro de Santiago, ha lucido con orgullo su insignia de patrimonio nacional durante mucho tiempo. Pero después de pasar por una fase industrial en la década de 1950, los problemas sociales recientes, incluida la violencia y el narcotráfico, han golpeado a la comunidad.

Ahora, el nuevo presidente se ha mudado a este barrio patrimonial, aparentemente escribiendo un nuevo capítulo en su historia.

A diferencia de otros países, en Chile no existe un equivalente a las casas donde viven los presidentes. Gabriel Boric proviene de la ciudad patagónica de Punta Arenas y nunca fue propietario de una casa en Santiago. La necesidad de que Boric se mudara a un distrito que también cumplíara equisitos de seguridad era primordial.

Reputación

Teniendo en cuenta la mala reputación de Yungay, es aún más notable que este presidente de 36 años de edad optó por alquilar una casa en el corazón de Yungay en la calle Huérfanos, entre Libertad y Esperanza. Mientras Yungay ofrece una instantánea del Chile que heredó, Boric lo eligió como su barrio presidencial para enviar un mensaje a los chilenos.

Los edificios bajos y algo deteriorados de Barrio Yungay crean un interesante cambio de escena después de las llamativas torres altísimas que dominan el centro de Santiago. El arte callejero es un regalo instantáneo de que esta es la morada de un artista: enormes leopardos, rostros mitológicos y plantas de otro mundo bailan sobre impresionantes fachadas de 100 años de antigüedad.