Brasil, crece percepción sobre corrupción política. En Brasil inquieta Índice de Percepción de Corrupción (IPC) de 2023, publicado por Transparencia Internacional, con sospecha sobre política.
Brasil corrupción política
Brasil cayó 10 lugares en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de 2023, publicado el martes (30) por Transparencia Internacional. El país obtuvo 36 puntos y quedó en segundo lugar, 104º.
El IPC mide cómo los expertos y empresarios ven la integridad del sector público en los 180 países encuestados. La puntuación varía de 0 a 100, donde 0 significa “muy corrupto” y 100 significa “muy honesto”.
Cuanto mejor sea la clasificación, menos corrupción habrá en el país. Brasil obtuvo el mismo resultado que Argelia, Serbia y Ucrania.
Entre los países de las Américas, Brasil, por ejemplo, quedó rezagado respecto de Uruguay (76 puntos), Chile (66 puntos), Cuba (42 puntos) y Argentina (37 puntos).
Brasil sigue dos puntos por debajo del año anterior (2022), por debajo del promedio mundial de 43 puntos. Este es el segundo peor resultado obtenido por Brasil desde que se calcula el índice. En 2018 y 2019, el país obtuvo sólo 35 puntos.
El país mejor clasificado en la clasificación fue Dinamarca, con 90 puntos. Somalia recibió la puntuación más baja con 11 puntos. Vea a continuación una lista de algunas funciones:
Países menos corrompidos
- Dinamarca (90 puntos)
- Finlandia (87 puntos)
- Nueva Zelanda (85 puntos)
- Noruega (84 puntos)
- Singapur (83 puntos)
Peores países
- Yemen (16 puntos)
- Venezuela (13 puntos)
- Siria (13 puntos)
- Sudán del Sur (13 puntos)
- Somalia (11 puntos)
Transparencia Internacional
Según Transparencia Internacional, en 2023 Brasil no ha logrado reconstruir las bases políticas para la lucha contra la corrupción. Sin embargo, según la Contraloría General de la Unión (CGU), prevenir la corrupción es algo en lo que se está trabajando.
Para generar críticas, el informe de la entidad se refirió al gobierno del expresidente Jair Bolsonaro como un “revés en la lucha contra la corrupción en el país”.
“Los años de Jair Bolsonaro como presidente de la república nos enseñaron cómo, en unos pocos años, se pueden desmantelar los marcos legales e institucionales anticorrupción que al país le tomó décadas construir”, señala.
Bolsonaro
Según el organismo internacional, la lucha contra la corrupción se basa en tres pilares del sistema de control: judicial, político y social. Los pilares que, según el análisis del informe, “Bolsonaro se esforzó en atacar”.
Continúa: “Este gobierno se ha dedicado intensamente a neutralizar cada uno de estos pilares, ya sea para proteger a su familia de investigaciones sobre esquemas de corrupción comprobados o para evitar un proceso de impeachment por sus innumerables crímenes de impeachment y ataques a la democracia”.
Respecto al gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el informe critica, por ejemplo, la flexibilización de las leyes estatales.
“Ya hay señales de que los actuales términos de negociación entre el gobierno federal y el Congreso se están deteriorando, con la reintroducción de otra moneda de cambio política clave: la división de las empresas estatales”, señala.
Petrobras
“Los efectos ya están empezando a sentirse en la principal empresa brasileña y centro de los esquemas de macrocorrupción, Petrobras, con la relajación de las reglas de protección política en los estatutos de la compañía y los nombramientos de directores anulando un veto del Departamento de Cumplimiento, incluyendo individuos investigados por corrupción”, destaca.
Como punto positivo para la actual administración, el informe señala la decisión de la Contraloría General de la Unión (CGU) de desclasificar documentos designados por el gobierno anterior.
“Dentro del control social de la corrupción se ha avanzado. La Contraloría General de la Unión (CGU) abolió cerca de doscientas órdenes secretas abusivas identificadas por el gobierno de Bolsonaro y, lo más importante, estableció reglas para prevenir nuevas violaciones de las reglas de acceso de la Ley de Información”, detalla.
La operación de la policía federal para investigar el espionaje ilegal por parte de la agencia de inteligencia brasileña (ABIN) también fue citada como algo positivo en el dictamen de Transparencia Internacional.
Se evalúa aprobación de la reforma tributaria “con la posibilidad de reducir la posibilidad de regulaciones especiales y la influencia de presiones o pago de sobornos a las autoridades”.