Brasil, crisis en el fútbol por ausencia para Juegos Olímpicos. La crisis del fútbol en Brasil se profundiza tras perderse el pasaje hacia los Juegos Olímpicos de París 2024. Qué pasará.
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Los fanáticos del fútbol de Brasil ya estaban deprimidos después de una serie de malos resultados, un vacío de entrenadores y un tira y afloja político en la federación del país. Las cosas empeoraron aún más el domingo después de que Brasil no pudo clasificarse para los Juegos Olímpicos de París gracias a una derrota ante su archirrival Argentina.
Esto significa que el dos veces campeón defensor no será parte del torneo a jugarse en Francia.
«Es triste, pero más bien vergonzoso», dijo el delantero John Kennedy, tras la derrota por 1-0. «Deberíamos haber querido ganar más de lo que hicimos».
Brasil tampoco logró clasificarse para las ediciones del torneo olímpico de 1992 y 2004, pero esos tropiezos no coincidieron con una crisis para la selección. Hoy, Brasil ocupa sólo el sexto lugar en la clasificación sudamericana para el Mundial de 2026 y su mayor estrella, Neymar, está fuera por una grave lesión de rodilla desde octubre.
Algunos fanáticos y analistas esperaban que el delantero Endrick, de 17 años, quien se unirá al Real Madrid, brindaría algún motivo de optimismo al mostrar su talento durante el torneo de clasificación olímpica. Y muchos seguidores esperaban ver a Endrick y Neymar, de 32 años, jugar juntos en el equipo olímpico en París y llevar a Brasil a una tercera medalla de oro consecutiva, algo sin precedentes.
Pero el adolescente brasileño sólo anotó dos veces en siete partidos de clasificación olímpica. El mediocampista argentino Thiago Almada, ganador de la Copa del Mundo, anotó cinco goles.
El torneo olímpico de fútbol cuenta principalmente con jugadores sub-23 y no tiene el mismo estatus que la Copa del Mundo o los campeonatos continentales, como la Copa América que comienza en junio, pero perderse por completo todavía duele el orgullo de muchos brasileños.
Amistosos
Mientras tanto, la selección absoluta de Brasil volverá a la acción en marzo en amistosos contra Inglaterra y España en medio de serias preocupaciones sobre su forma actual.
El año pasado, Brasil perdió un partido en casa en las eliminatorias para la Copa del Mundo por primera vez en su historia; 1-0 ante Argentina, en el Estadio Maracaná de Río de Janeiro. También perdió ante Uruguay y Colombia en el torneo sudamericano de todos contra todos después de dos malas actuaciones.
El nuevo entrenador Dorival Júnior fue contratado en enero después de que el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, Ednaldo Rodrigues, no cumpliera su promesa de incorporar a Carlo Ancelotti. El anterior entrenador Tite renunció después de que Brasil perdiera en los cuartos de final del Mundial de 2022, y el equipo había sido dirigido interinamente por Fernando Diniz el año pasado.
La frustración de ver a Argentina ganar la Copa del Mundo en Qatar, así como la última Copa América, no ha hecho más que aumentar la presión que enfrenta Dorival cuando asume el cargo, incluso antes de la derrota del domingo.
“Brasil desperdició un año entero en preparativos porque esperábamos a un entrenador de primer nivel (Ancelotti) que no había firmado ningún contrato con nosotros”, dijo el ex lateral izquierdo brasileño Júnior.
“Quemamos a un entrenador prometedor, Fernando Diniz, sólo para que pudiera ser interino durante un año. El tiempo para arreglar todo esto para el próximo Mundial es muy corto”.
Rodrigues, el líder de la confederación, también se enfrenta a pedidos de dimisión.
