Brasil, problemas fiscales arruinarían gestión de Lula

Brasil, problemas fiscales arruinarían gestión de Lula. Problemas fiscales de Brasil podrían arruinar los esfuerzos del presidente Lula con un déficit cada vez mayor socavando crecimiento económico.

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El presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva es un anciano con muchas urgencias: un hombre de 78 años que ve su sensacional regreso al poder después de más de un año de prisión como una reivindicación de su lugar especial en la historia del país.

Brasil enfrenta un gran año en lo político pero los problemas fiscales son más que una amenaza.

Brasil liderará el Grupo de los 20, organizará una serie de reuniones de alto nivel para las naciones más importantes del mundo que culminará en una cumbre de líderes en Río de Janeiro en noviembre próximo.

Es una oportunidad no sólo para defender su pretensión de liderar el Sur Global, una voz para aquellas naciones que buscan permanecer equidistante de las grandes potencias, sino también para mostrar la “Lulanomía”, la mezcla de
el gasto populista y el dirigismo que ha perseguido desde que asumió el cargo.

Sin embargo, hay una nube en el horizonte que bien podría arruinar su desfile.

Brasil puede estar en camino a convertirse en la novena economía más grande del mundo, pero también enfrenta un empeoramiento en esa posición que Lula no parece demasiado interesado en abordar: los problemas fiscales.

Ese error amenaza tanto el potencial de crecimiento del país como el proyecto político más amplio del presidente en casa y en el escenario mundial.

Banco Central

El banco central de Brasil recortó el miércoles su tasa de interés clave en medio punto porcentual por quinta vez consecutiva, mientras la inflación continúa disminuyendo en la mayor economía de América Latina.

De acuerdo con las previsiones de los analistas y sus propias declaraciones, el comité de política monetaria del banco dijo que había bajado la tasa de referencia Selic al 11,25 por ciento en su primera reunión del año.

De cara al futuro, el banco dijo que seguirá reduciendo la Selic «en la misma magnitud en las próximas reuniones».

La decisión del miércoles es un nuevo impulso para el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien ha presionado fuertemente para lograr recortes en las tasas de interés que, según afirma, son necesarios para estimular el crecimiento económico.

La tasa de desempleo cayó a un mínimo de casi ocho años del 7,4 por ciento en el cuarto trimestre, según datos del gobierno publicados el miércoles.

Los analistas predicen que la cifra de crecimiento económico para 2023 será de alrededor del tres por ciento.

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