Brasil, rechaza sanciones a Nicaragua sugeridas por la ONU

Brasil, rechaza sanciones a Nicaragua sugeridas por la ONU. Gobierno de Brasil se negó a firmar una declaración contra el régimen de Nicaragua, a instancias de la ONU.

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En la primera semana de marzo, el gobierno de Brasil se negó a firmar una declaración contra el régimen de Ortega en Nicaragua.

La decisión sorprendió, ya que Brasil no se sumó a la cincuentena o más de países que emitieron una declaración conjunta condenando el régimen autoritario y antidemocrático de Daniel Ortega. El gobierno de Lula permaneció callado ante las denuncias informadas por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Esta falta de participación de Itamaraty, es decir, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, fue observada por otros países latinoamericanos y otras naciones del mundo.

La declaración conjunta fue firmada por potencias occidentales tradicionales como Estados Unidos, Australia, Canadá, Alemania y Francia, así como por gobiernos de izquierda en América Latina como Chile, Colombia, Perú, Guatemala, Paraguay y Ecuador.

Gabriel Boric, líder progresista chileno, se refirió a Ortega como un “dictador” al firmar el documento.

Los investigadores de la ONU determinaron que el régimen de Ortega había cometido atrocidades de lesa humanidad y que el gobierno de Nicaragua era responsable de violaciones a los derechos humanos que podrían considerarse crímenes de lesa humanidad, con fines políticos.

La ONU solicitó que la comunidad global promulgue sanciones contra las entidades o personas vinculadas a estos delitos.

Traición patriótica

El gobierno de Nicaragua ha sido criticado luego de que revocó la ciudadanía de 222 personas y las expulsó del país, alegando que eran “traidores a la patria”. En el mismo mes, la Corte de Apelaciones de Managua también declaró traidores a 94 personas, tanto dentro como fuera de Nicaragua, y ordenó revocarles la ciudadanía y confiscar sus bienes por parte del Estado.

A pesar de los presuntos abusos y violaciones a los derechos humanos del régimen de Daniel Ortega en Nicaragua, el gobierno brasileño aún desea abrir canales de comunicación con ellos.

Brasil propuso un nuevo lenguaje que mantendría el espacio para el diálogo. Sin embargo, su sugerencia no fue aprobada y la nación decidió no seguir el documento, que se consideró inadecuado.

El partido de Lula en el pasado ha apreciado las elecciones de Nicaragua calificándolas de “gran muestra de democracia”. Lula también se ha negado a calificar a Ortega de dictador. Esquivó todos los señuelos de Bolsonaro sobre Nicaragua a lo largo de la campaña.

El rechazo de Brasil al intento de la ONU de imponer sanciones a Nicaragua es una evidencia peligrosa. La postura de Brasil es vista como una señal de apoyo al régimen nicaragüense.

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