Brasil, smartphone y silicona para reconstruir un rostro

Brasil, smartphone y silicona para reconstruir un rostro. Denise Vicentin perdió un ojo y una gran parte de la mandíbula debido al cáncer y reconstruyó su nueva cara con una prótesis cuyo modelo fue impreso en 3D.

Brasil silicona

«Hoy sé cuánto mejor me sentiré en la calle. No tengo palabras», dijo Vicentin, de 53 años, en la clínica de Sao Paulo donde fue tratada.

AFP ha seguido a esta paciente durante más de un año y medio, ilustrando desde marzo de 2018 en videos y fotos la evolución de la cara de Denise Vicentin, durante varias etapas clave de su lenta reconstrucción.

Los investigadores de la Universidad Paulista usan teléfonos inteligentes e impresoras 3D para crear expresiones faciales que servirán de modelo para las prótesis de silicona. Este método pionero redujo enormemente los costos y redujo a la mitad los tiempos de producción.

«En el pasado, llevaban largas horas de trabajo, horas de tallado a mano y el procedimiento fue muy invasivo», dice Rodrigo Salazar, quien dirige la investigación.

«Hoy estamos creando modelos tridimensionales con fotos de teléfonos inteligentes», lo que permite obtener un modelo confiable, con medidas faciales exactas, a un precio mucho más bajo que el equipo convencional.

Vicentin es una de los 50 pacientes tratados por Salazar y sus colegas, que desde 2015 usan estas prótesis removibles con fines estéticos.

Su técnica de vanguardia se publicó al año siguiente en una revista profesional canadiense líder.

El equipo se especializa en prótesis maxilofaciales, una rama de la odontología que permite la reconstrucción de la cara en pacientes desfigurados por defectos de nacimiento, enfermedades o traumatismos.

Como las técnicas 3D se han desarrollado en los últimos años, Luciano Dib, uno de los supervisores y co-investigador de Salazar, tuvo la idea de usar esta técnica para hacer prótesis.

«Un día vi gente haciendo impresiones en 3D en el centro comercial y me dije: ¿por qué no haríamos esto por prótesis?», explica.

La transformación de Denise Vicentin comenzó en 2018, cuando Dib implantó varillas de titanio al nivel de su globo ocular para sostener la prótesis.

Luego se sometió a una serie de operaciones durante el año siguiente.

Usando un teléfono inteligente, Salazar tomó 15 fotos de su rostro, lo que creó un modelo digital tridimensional.

El objetivo era reflejar la mitad izquierda de su cara que había permanecido intacta.

Luego se utilizó una impresión 3D como modelo para la creación de prótesis de silicona, resina y fibra sintética.

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