Brasil, web Fatal Model respeta a trabajadoras sexuales

Brasil, web Fatal Model respeta a trabajadoras sexuales. Con 315 colaboradores, la web Fatal Model de Brasil busca combatir la falta de respeto hacia la prostitución y sus trabajadoras.

Brasil Fatal Model trabajadoras

El sitio web de trabajadoras sexuales más grande de Brasil Fatal Model aplica reglas estrictas para sus empleados y sus consumidores. Con 315 colaboradores, Fatal Model busca combatir la falta de respeto hacia la prostitución por  dentro y fuera de la compañía.

La mayor plataforma de búsqueda de profesionales del sexo de Brasil y la segunda más grande del mundo, Fatal Model opera bajo el lema «seguridad, respeto y empoderamiento».

La empresa afirma trabajar por el respeto tanto de las escorts que se anuncian en el sitio y aquellos que buscan entretenimiento para adultos.

Para evitar prejuicios respecto del universo en el que opera la empresa, los empleados que trabajan en Fatal Model, con sede en Pelotas (RS), deben seguir normas.

Durante las horas de trabajo, a los empleados no se les permite usar malas palabras o términos despectivos, y mucho menos hacer bromas relacionadas con el sexo.

También deben evitar felicitar a sus colegas, específicamente en lo que respecta a su condición física.

La portavoz de Fatal Model, Nina Sag, que también trabaja como profesional del sexo, explica que desde el proceso de selección en adelante, la empresa prioriza las habilidades técnicas y el perfil. «Es necesario estar alineados
con los valores de respeto y seguridad que la empresa quiere transmitir», afirma.

Ella añade como portavoz de la empresa y en los entrevistas que se ha dedicado a conceder casi lo obvio: las mujeres y los hombres que se prostituyen son personas trabajadoras y, ¡entiendan!, merecen respeto.

Web

La web Fatal Model registró 45 millones de visitas en diciembre de 2022. Si cada visitante fuera una persona diferente, esta cifra representaría el 21% de la población brasileña.

La empresa afirma tener 18.000 trabajadoras sexuales publicitarias. La prostitución es una actividad legal en Brasil, pero el Código Penal prohíbe que una tercera persona o empresa explote el trabajo de una persona que se prostituye.

Por esta razón, el sitio no cobra honorarios por los tratos realizados entre prostitutas, lo que podría incluirlo en el delito de «rufianismo», descrito en la ley como «aprovecharse de la prostitución ajena».