Carnaval de Río, cancelado aunque siempre caipirinha y samba. La fiesta más grande del mundo debería haber comenzado hoy, aunque el carnaval de Río espera por mejores momentos en tiempos de pandemia.
Carnaval Rio Covid
Esta noche de viernes debería ser la más alegre del año en Brasil y en varias ciudades del mundo: la primera noche de carnaval.
En un año normal, las escolas estarían puliendo sus instrumentos después de meses de ensayos y preparando sus atuendos para los desfiles, con disfraces con lentejuelas antes de salir a la calle. Y los cariocas estarían preparándose para lo que con orgullo llaman “la fiesta más grande del mundo”.
Este año no, lamentablemente: se ha cancelado en todas partes, desde Cádiz hasta el Caribe. Qué lástima. El carnaval sería el antídoto perfecto para nuestros problemas actuales: cinco noches sin preocupaciones de baile, música y bebida. Al diablo con el distanciamiento social.
Rio presenta la máxima expresión artística del carnaval, un espectáculo ridículamente grandioso de brillo con una banda sonora de samba en auge. Docenas de escuelas de samba en toda la ciudad pasan todo el año preparándose para ser el centro de atención, empleando a cientos de diseñadores, pintores, músicos, costureras, escultores y mecánicos, cada uno preparando un desfile de alrededor de 4.000 juerguistas, que bailan al ritmo de las baterias.
Un año en preparación para una actuación de 70 minutos. Un poco más y la escola de samba ya está copando la plataforma, cuidando cada detalle de un desfile que es una obra de arte viva. La competencia entre ellos es tan feroz como un partido de fútbol brasileño. Cada aspecto del desfile (la canción, los disfraces, las carrozas, las reinas del carnaval, el baile) está marcado por un equipo de jueces, y cuando las marcas se anuncian en la radio y la televisión el último día de carnaval, la ciudad deja de festejar para escuchar el resultados.
No habrá nada de eso este año, pero habrá acción en línea. Todo por YouTube.
