Chile, activista Sonia Ramos opina sobre extracción de litio. La reconocida activista de Chile Sonia Ramos habla sobre la extracción de litio del ecosistema único del Salar de Atacama.
Chile Sonia Ramos litio
Sonia Ramos es una reconocida activista ambiental en Chile. Hace unos años, junto a Amelia Mamami, caminó 1.574 kilómetros desde San Pedro de Atacama hasta Santiago de Chile para defender los Géiseres del Tatio frente a la gran minería.
En una entrevista reciente, Ramos explicó: «Estamos pagando el precio [de la transición energética], nuestro territorio lo está pagando… Europa u otros países tendrán coches eléctricos a nuestra costa, supuestamente sin emitir carbono…
«No estamos emitiendo carbono ni dañando el planeta, hemos sobrevivido durante milenios protegiendo este ecosistema desértico. Chile no emite más del 3% de las emisiones del planeta, pero somos nosotros los que pagamos las consecuencias de los demás. Eso es lo que yo llamo injusticia territorial.
Asegura que el pago de regalía «es bueno, que el dinero fluya hacia la región, pero ¿a qué precio? El precio es la pérdida de la relación con el territorio y con la naturaleza, la fragmentación social de las comunidades».
Atendiendo a la geografía de Chile la activista no deja de lado el aspecto central: la naturaleza.
Ramos cree que «somos un todo, una totalidad; No somos partes fragmentadas. Para nosotros, la naturaleza representa un bien común para todos, no para personas individuales o comunidades. Comprender esto es difícil, el idioma que hablo es difícil de transmitir cuando el idioma dominante es la economía. ¿Pero la economía para quién? No para nosotros.
Chile litio acuerdos
Lo que ocurre es una transformación individualista de lo comunitario en individuos particulares. Negociar un acuerdo o contrato trae consigo un mundo externo de asesores, abogados e ingenieros, un mundo muy especial que se relaciona con cada comunidad individualmente. Todo ello hace que el territorio sea más difícil de defender, sobre todo para quienes entendemos la naturaleza desde la visión ancestral que nuestros abuelos y bisabuelos nos han transmitido oralmente durante milenios. Esta historia viene oralmente porque la historia oficial no la escribimos nosotros, la escribe el poder.
Chile desierto
«Estamos en un desierto árido. Los estudios ambientales pintan un panorama pesimista para el Salar de Atacama. La cuenca está siendo afectada en su totalidad, no sólo en una parte. Las salinas representan la cuenca en su conjunto, y ahí radica la gran disputa sobre los sistemas de conocimiento», explica.
Y luego sostiene que «fragmentamos el territorio, las personas, el entorno y también fragmentamos el tiempo. El sistema occidental dice que no afecta la vida futura, sino la presente, con la explotación y exportación de litio. Esa visión la tienen en este momento las comunidades en su relación con las empresas que operan en el Salar de Atacama: el convenio que tienen con Albemarle, los beneficios que reciben de la Sociedad Química y Minera de Chile».
Qué está pasando con el ecosistema del Salar de Atacama?
Ramos responde: Mientras se produce esta fragmentación, las salinas y el futuro se secan. Menos agua fluye en el Salar de Punta Negra. Aquí en San Pedro de Atacama ya vemos una disminución del agua, al menos del agua subterránea, que es fundamental para crear este oasis».