Chile, barbarie de Pinochet en Centro Nacional de Arte Contemporáneo. Centro Nacional de Arte Contemporáneo de Chile presenta hasta el 24 de marzo de 2024 muestra del golpe de Pinochet con mirada renovada.
Chile Pinochet Arte Contemporáneo
Por Florencia San Martín
La exposición en el Centro Nacional de Arte Contemporáneo de Chile es un ejercicio de memoria con una mirada artística sobre la barbarie que trajo el golpe militar de Pinochet,
En su poema «Aniversario», publicado en 1954 en Lagar, la poeta chilena y Premio Nobel de Literatura Gabriela Mistral evoca un proyecto de resistencia que reconoce el papel de la memoria en la construcción de presentes y futuros. “Aún estamos a tiempo”, escribe, recordando el vínculo intrínseco entre el dolor y el amor.
Basándose en el amor decolonial radical para reconocer las heridas abiertas de la historia y, por tanto, de la guerra, «Anniversary» revela una práctica colectiva, urgente y contingente de liberación, que imagina un mundo más justo y que sólo es posible en colectividad.
El título de esta exposición, Todavía somos el tiempo: arte y resistencia a 50 años del golpe, rinde homenaje a la poesía resiliente, las pedagogías radicales y las políticas emancipadoras de Mistral. Al hacerlo, también honra el proyecto de muchos trabajadores culturales dentro y fuera de Chile que han luchado en reciprocidad contra los males del mundo y, por lo tanto, contra la guerra en curso. El título de esta muestra honra, en otras palabras, la época descolonial en la lucha por la dignidad.
Historia
El contexto histórico que nos reúne para esta exposición es un aniversario bastante diferente al del poema de Mistral: la conmemoración del 50 aniversario del golpe.
A través de más de cien obras creadas por artistas y colectivos de diferentes generaciones, además de cientos de publicaciones y archivos de centros de documentación de Chile y Estados Unidos, esta exposición invita al público a pensar el arte en relación con el golpe de Estado decolonial. perspectiva, imaginando otras formas de vivir, ser, hacer, aprender, sentir, amar y escuchar.
Esta exposición reconoce así el papel del imperialismo y el capitalismo global en los acontecimientos e ideologías que diseñaron la dictadura y dieron luz verde a su continuidad, presentando el arte y el tiempo como un proyecto comunitario de liberación, justicia y reparación.
Golpe militar
Encargada por el Ministerio de Culturas, Artes y Patrimonio del Gobierno de Chile como parte de una serie de eventos políticos, cívicos y culturales que conmemoran el 50 aniversario del golpe de estado del 11 de septiembre de 1973, la exposición se divide en cinco secciones: “Encuentros: Archivos en Acción”, “Memoriales sónicos”, “Solidaridades transnacionales”, “Arquitecturas urgentes” y “Ecologías de reciprocidad”.
La exposición comienza en la sala central del museo con la sección “Encuentros: Archivos en Acción”. Situada en la comuna de Cerrillos en el suroeste de Santiago, esta sección invita al público a ver y pensar sobre la memoria histórica y social de Cerrillos en relación con el concepto más amplio de territorialidad y su vínculo con las luchas sociales desde la época de la Unidad Popular, la Coalición política de izquierda que apoyó la presidencia de Salvador Allende a principios de los años 1970.
Contemplando el concepto de territorialidad como una construcción cultural que relaciona lo político y lo habitable con el trabajo colectivo hacia la dignidad y la reciprocidad entre seres humanos y no humanos, esta sección incluye obras de arte, archivos y publicaciones como novelas, poemas y no ficción.
Exposición
“Encuentros: Archivos en acción” es, pues, el corazón palpitante de la exposición, que propone el arte como un sistema sensible de acción, convocatoria y discusión en lugar de una forma cerrada de contemplación desafectada y atemporal que entierra el pasado en el pasado. El arte en este contexto reconoce no sólo las diversas formas de resistencia contra la dictadura y sus ruinas; también invita a la audiencia a imaginar y recordar otras formas de vivir y relacionarse en colectividad.
La segunda sección, “Sonic Memorials”, hace visible la agencia de la voz y el acto de escuchar en la construcción de la memoria, interponiendo lo sonoro al régimen occidental de la visión como único registro de la verdad. En efecto, la autoridad de la visión ha prevalecido en la historia del arte, un campo que tradicionalmente ha discriminado otras áreas de la creación más allá de la mirada y de la ceguera.
Al mismo tiempo, las agencias sonoras transgreden la autoridad de la televisión que, durante la dictadura de Pinochet, no sólo censuró la información sino que la convirtió en espectáculo. Esta sección refuerza así diferentes sistemas y medios de resistencia como la radio, destacando a su vez el papel de la transmisión oral, los relatos clandestinos, las protestas, los susurros y la lectura.