Chile, Cecilia Vicuña expone en Lehmann Maupin NYC

En su exposición en Lehmann Maupin Nueva York, la artista y poeta de Chile Cecilia Vicuña revela cómo su práctica artística surge de la rendición.

Chile, Cecilia Vicuña expone en Lehmann Maupin NYC. En su exposición en Lehmann Maupin NYC, la artista y poeta de Chile Cecilia Vicuña revela cómo su práctica artística surge de la rendición.

En su exposición en Lehmann Maupin Nueva York, la artista y poeta de Chile Cecilia Vicuña revela cómo su práctica artística surge de la rendición.

Chile Cecilia Vicuña NYC

Artista nacida en Chile Cecilia Vicuña en su exposición en Lehmann Maupin NYC revela cómo su práctica artística surge de la rendición.

La artista y poeta chilena Cecilia Vicuña aborda su arte con el fervor de un chamán, tejiendo fuerzas universales en sus creaciones como un sanador cósmico. Para la ganadora del León de Oro, el arte no es simplemente un pasatiempo: es una búsqueda extática de exploración, una sumisión a las sugerencias susurradas del universo.

Sus manos se convierten en conductos para una chispa creativa que desafía la oscuridad que se acerca. El trabajo de Vicuña no es nada menos que una celebración radiante de la resistencia, un ritual de resiliencia contra la destrucción. Su arte defiende la erótica de la creación, rechazando desafiantemente la violencia y la morbilidad que tan a menudo definen nuestra existencia.

Titulada “La Migranta Blue Nipple”, su última exposición en Lehmann Maupin NYC se siente como un universo condensado en un espacio de galería. Es un exuberante tapiz de formas y símbolos, extraídos de la naturaleza y guiados por la entrega de toda la vida de la artista a la conciencia colectiva.

Vicuña se conecta con un orden invisible que conecta y gobierna todas las cosas, transformando la creación artística en un acto sagrado. Ella habló poco después de la inauguración de la muestra, donde describió cómo su práctica canaliza la belleza dentro del caos.

Artista Cecilia Vicuña

A través de la creación ritualista, evoca momentos de clarividencia que abrazan la interconexión de la existencia, ofreciendo destellos de esperanza para un despertar colectivo.

Este concepto de conexión, que une todas las cosas, es tanto literal como simbólico en el trabajo de Vicuña. El tejido, la tela y los hilos son el núcleo de su práctica, encarnados con mayor fuerza por el quipu. Esta antigua tecnología andina, utilizada para el mantenimiento de registros y la comunicación, surge repetidamente a lo largo de la exposición.

Los textiles, nos recuerda Vicuña, están profundamente entrelazados en el progreso de la civilización. A lo largo de culturas y épocas, han servido como códigos secretos y lazos unificadores que unen a las comunidades. «El hilo está asociado tanto con la muerte como con el comienzo de la vida», explica la artista.

«La idea de envolver a los muertos, ya sea en la estera tejida o en algún textil tejido, es muy antigua en los mitos. Se trata de este vínculo secreto entre el hilo de la vida, el hilo del agua y el hilo de cualquier tipo de fibra con un vegetal o animal que son uno y uno simboliza al otro. Aprendimos a tejer de los animales porque ya son tejedores”.

El trabajo de Vicuña no solo honra las tradiciones antiguas, sino que revive su transmisión a través del linaje matriarcal, vinculando generaciones de mujeres a lo largo del tiempo. A través de su práctica, da vida a los aspectos ritualísticos y espirituales del tejido y los textiles, transformándolos en herramientas para la construcción y la reconexión de la comunidad.

Aunque Vicuña aprendió a tejer de su madre, su herencia mitad indígena y una historia familiar marcada por la eliminación de las tradiciones antiguas bajo el régimen colonial hicieron que no fuera hasta más tarde en su vida que se topara con el quipu, en un libro.

Este descubrimiento fue transformador. Desde ese momento, Vicuña se sintió como si la hubieran elegido para preservar y transmitir esta antigua técnica andina. “Los pueblos andinos habían elaborado la tecnología textil más compleja del planeta”, señala. El quipu parecía reclamarla como su practicante, invitándola a su vasto campo de conocimiento.

“Me di cuenta de que lo estaba haciendo de manera constante. No lo elegí ni me propuse un programa, simplemente comencé a ser parte del quipu. El quipu, que es un enorme campo de conocimiento, me abrazó y me adoptó”.

Cuando se produjo el golpe militar mientras estaba en Londres, la primera respuesta de Vicuña fue crear una pequeña escultura inspirada en un quipu. Transitoria y frágil, esta obra encapsulaba la atemporalidad a través de sus materiales y técnicas, vinculándola al conocimiento ancestral. Su naturaleza efímera se hizo eco de su concepto de Arte Precario, una filosofía que sustenta todas sus creaciones.