Chile, Federación de Judo en alta mar. Federación de Judo de Chile organizó en un marco privilegiado sesión de entrenamiento única a bordo del LSDH-91 “Sargento Aldea”.
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A mediados de diciembre de 2024 la Federación de Judo de Chile organizó en un marco privilegiado una sesión de entrenamiento única a bordo del LSDH-91 “Sargento Aldea”, un buque de la Armada de Chile, anclado en la base naval de Talcahuano.
El presidente de la FIJ, Sr. Marius Vizer, declaró: “Esta sesión de entrenamiento, en la que participaron 200 judokas de todo Chile, puso de relieve la estrecha conexión que existe entre el judo y la Armada chilena, que ha apoyado al judo desde sus inicios en el país. También demostró el poder de la colaboración y los valores unificadores del judo”.
Hay que decir que la cubierta de un buque de la Armada no es el lugar en el que uno está acostumbrado a descubrir una sesión de judo. Con una eslora de 168 metros y una manga de 23,5 metros, el Sargento Aldea se transformó en un dojo flotante de 500 metros cuadrados. Los participantes procedían de todo Chile.
La sesión de judo, que estuvo a cargo del Sensei Yoshiki Ito, entrenador nacional en jefe, tuvo como objetivo demostrar la unidad y la excelencia del judo chileno y destacó los valores fundamentales de nuestro deporte como el respeto mutuo, la disciplina y la perseverancia.
Si bien el evento fue sorprendente, también sirvió para ilustrar el profundo vínculo histórico entre la Armada chilena y el judo. De hecho, las raíces del judo en el país se remontan a 1910, cuando la Armada jugó un papel central en la introducción de este deporte en Chile. Ese año, el Sensei Yunio Kawada de Japón comenzó a enseñar judo en la Escuela Naval de Valparaíso.
Judo chileno
Con el paso de los años, esta asociación no ha hecho más que florecer, y la Armada ha hecho del judo una parte destacada de sus programas de entrenamiento físico y mental. La sesión de entrenamiento de Sargento Aldea celebró esta conexión histórica al tiempo que destacó la importancia de mantener fuertes vínculos entre las instituciones nacionales y las organizaciones deportivas.
El éxito del evento del 15 de diciembre fue posible gracias a notables asociaciones público-privadas y una fuerte colaboración con la Armada de Chile. El evento contó con el apoyo de instituciones como el Comité Olímpico de Chile y el sector privado, además de ser un gran ejemplo de desarrollo que demuestra el compromiso de la federación nacional por impulsar el objetivo de crecimiento dentro del deporte.
“Este evento representa el poder del judo para unir pueblos, instituciones y naciones”, afirmó Marcelo Simian, Presidente de la Federación Chilena de Judo. “A través de iniciativas como ésta, celebramos nuestra historia, destacamos nuestros avances y reafirmamos nuestro compromiso con el futuro del judo en Chile y más allá”.
El Capitán César Antonio Bate, Subcomandante de la Aldea Sargento, señaló: “Esta fue una actividad muy fructífera. La relación con el judo tiene un gran potencial y representa una oportunidad para nuestra institución de demostrar a la comunidad la diversidad de acciones que realizamos en beneficio del país. Agradecemos a la Federación Chilena de Judo por confiar en nosotros”.
La LSDH-91 Sargento Aldea proporcionó un marco simbólico y práctico para esta iniciativa sin precedentes. El éxito de esta sesión allana el camino para futuras colaboraciones entre la Federación Chilena de Judo e instituciones nacionales.