Chile, frontera norte reforzada con presencia militar. Recrudece control en la frontera norte de Chile con Perú y Bolivia con varios cientos de militares, no sin polémica.
Chile frontera norte
La frontera norte de Chile con Perú y Bolivia exhibe cientos de militares apostados en la zona, como medida para frenar la inmigración ilegal masiva. Esto ha reducido la incesante llegada de extranjeros indocumentados pero también ha afectado a los residentes de la frontera.
“Los militares están bien, dar órdenes es su deber, entiendo”, dijo Flora García, residente de Colchane, un pequeño pueblo a unos 2.000 kilómetros al norte de la capital chilena.
“Pero también que nos entiendan, que no se encierren”, dijo la mujer sobre el requisito de que el paso de la frontera se haga por la zona de control.
Casi todos los días, cientos de personas cruzan de un país a otro para comprar o vender sus productos, sin pasar ningún papeleo, pero ahora, con el ejército, tienen problemas. García aseguró que los uniformados les dicen que la frontera ha sido cerrada, “pero no es así”.
Varios dijeron haber sido detenidos, aunque explicaron que solían moverse entre Chile, Perú y Bolivia.
El alcalde de Colchane, Javier García, explicó que “los migrantes ingresan por sectores mucho más alejados del control fronterizo”, es decir a 15 o 20 kilómetros de esta comunidad que, durante mucho tiempo, pareció atestada de extranjeros.
Muchos acampaban en las playas y en algunas plazas principales de localidades como Iquique, 1.800 kilómetros al norte.
Poco más de 330 militares fueron desplegados a principios de esta semana en las regiones norteñas de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta para colaborar con la policía en el control de inmigrantes ilegales, un problema que el gobierno del presidente Gabriel Boric no ha podido resolver. desde que llegó al poder hace un año.
Boric
Boric, con el apoyo del Congreso, otorgó a los militares poderes que no tenían y ahora pueden realizar controles de identidad, registrar equipaje e incluso detener a los sospechosos de cometer delitos. Varios extranjeros, incluidas varias familias, fueron detenidos por uniformados, quienes deben entregarlos a la policía en un plazo máximo de 24 horas.
El subteniente del Ejército Claudio Guzmán explicó a la AP que “el trabajo que tenemos con la policía es dotar de tecnología y transporte para el control de la migración ilegal y el narcotráfico”.
El decreto de uso de las fuerzas armadas en el control fronterizo tiene una duración de 90 días y, con el apoyo del Congreso, puede prorrogarse por otros tres meses.
Los extranjeros indocumentados son enviados de regreso a Perú o Bolivia por el mismo paso irregular por el que ingresaron, pero en el caso del gobierno de La Paz, recibe sólo a sus compatriotas y rechaza a los demás. Bolivia rompió relaciones diplomáticas con Chile en 1978 y solo existen relaciones consulares.
El gobierno asegura que no está prohibido entrar a Chile y que lo que no se acepta es pasar por pasos ilegales.
La presencia militar en la frontera fue solicitada por las autoridades locales de las localidades del norte.