Chile garantiza derechos de agua en medio de gran sequía

Chile garantiza derechos de agua en medio de gran sequía. Mega sequía de 12 años, que ha afectado a gran parte de Chile, destaca la necesidad de reformar la gestión del agua, su acceso y amplíar derechos.

Chile derechos agua

Los residentes de las regiones central y metropolitana de Chile esperaban ansiosamente las tormentas previstas para mediados de agosto. Aunque las advertencias de inundaciones eran un lugar para las estribaciones andinas, necesitaban agua. El déficit anual de precipitaciones fue del 80% en algunas áreas. Llegó la lluvia, pero lejos de la intensidad esperada.

Con 12 años de mega-sequía ininterrumpida y un decreto de escasez de agua , hoy cada tormenta cuenta. Es preocupante que las proyecciones indiquen que la situación actual se volverá permanente, incluso si hay más años lluviosos.

El cambio climático está disminuyendo constantemente las precipitaciones, por lo que Chile no solo tendrá que adaptarse a este nuevo escenario, sino que también tendrá que revisar sus planes para alejarse de la energía hidroeléctrica, que depende de un flujo constante de agua. Y también para lograr la neutralidad de carbono para 2050.

Mejora mínima

Según datos recientes de la Dirección General de Aguas (DGA), las lluvias recientes incrementaron el volumen promedio de agua en los embalses en un 18%. Actualmente, la energía hidroeléctrica representa casi el 30% de la matriz energética de Chile.

Aun así, las perspectivas están lejos de ser auspiciosas. Unos días antes, el Ministerio de Energía publicó un decreto que busca frenar el racionamiento eléctrico que se extiende hasta el 31 de marzo de 2022. Tiene como objetivo reducir el impacto del déficit hídrico en los usuarios, aumentar la capacidad de generación y fomentar el ahorro voluntario.

Sequía intensa

El sector minero, principal exportación del país, ya ha comenzado a sufrir por la falta de agua. Si bien muchas minas han instalado plantas desalinizadoras, o lo harán, algunas ya esperan caídas en la producción debido a la escasez de agua. Este es el caso de Antofagasta PLC , que revisó a la baja sus estimaciones de producción de cobre de entre 730.000-760.000 toneladas a entre 710.000-740.000.

El 26 de agosto, pocos días después de que las lluvias apagaran los sedientos embalses, la ministra de Agricultura, María Emilia Undurraga, declaró emergencia agrícola por el déficit hídrico en las regiones de Coquimbo, Valparaíso, O’Higgins y Maule. La región de Los Lagos ya estaba clasificada como tal. El ministro advirtió que la emergencia no era simplemente una excepción, sino una realidad del cambio climático.

«Nos enfrentamos a la sequía más intensa y extensa de nuestra historia», dijo Guillermo Donoso, del Centro de Derecho y Gestión del Agua de la Universidad Católica. «Las proyecciones (por cambio climático) son de reducción de las precipitaciones en el centro norte y centro-sur, y con aumentos de temperatura en todas las regiones del país», agregó.

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