Chile, increíble escalera real en Texas Hold’em

Chile, increíble escalera real en Texas Hold’em. Jugador en casino de Chile consiguió una escalera real en Texas Hold’em, juego que suele darse una vez cada 650 mil manos. Más detalles.

Chile escalera real Texas Hold’em

Las probabilidades de conseguir una escalera real en Texas Hold’em son 639.739:1, o aproximadamente una vez cada 650 mil manos. Incluso los jugadores de póquer más acérrimos pueden pasar toda su vida sin tener una. Pero un jugador de póquer en Chile acaba de hacerlo, sin siquiera darse cuenta.

El jugador de póquer  obtuvo una escalera real y se embolsó 192 mil dólares del casino Monticello, en las afueras de Santiago, con su esposa el pasado miércoles. El jugador no identificado, que estaba de visita en viaje de negocios, se sentó a jugar una partida de póquer en la que ya había tres jugadores en la mesa. Su esposa se dirigió a las máquinas tragamonedas.

Las cartas continuaron volando y el hombre jugó diligentemente contra los demás. No tuvo mucha suerte al principio. Pero no pasó mucho tiempo antes de que su decisión improvisada de visitar el casino rindiera grandes frutos.

Mientras estaba en su tercera mano, el hombre vio a un conocido de la misma ciudad del sur que pasaba por el casino. Se saludaron y comenzaron a hablar mientras el crupier repartía el flop, el turn y el river.

El jugador los miró sin prestar mucha atención, continuando la conversación con su amigo. Finalmente, al mirar sus cartas, se dio cuenta de que la mesa le había dado una escalera. Luego dio la vuelta a sus cartas de mano, y fue entonces cuando la verdad golpeó. No fue solo una escalera; fue una escalera real.

Gran Premio

Después de varios segundos de silencio atónito, la mesa comenzó a vitorear, no solo por su suerte sino también por el bote. El casino realiza una promoción con un gran premio por conseguir una escalera real, y el jugador terminó ganando 150 millones de pesos chilenos.

El propio jugador no hizo un gran alboroto por la victoria. Le dijo al casino que no es propenso a los arrebatos de emoción.

Después de su victoria, el hombre fue a buscar a su esposa, queriendo contarle las buenas noticias, pero ella no le creyó. En cambio, ella pensó que él estaba jugando una broma y se lanzó a una mini diatriba.

Para demostrárselo, la acompañó a la mesa, donde los otros jugadores todavía estaban esperando. Empezaron a felicitarlo de nuevo. Fue entonces cuando se dio cuenta de que era cierto.

Cuando se fueron, compartió su buena fortuna con los demás. Dio a cada jugador en la mesa 1 millón de pesos chilenos y al personal del casino una propina de 2 millones.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *