Chile, juicio en industria del salmón advierte a China. El juicio en Chile en industria del salmón puede ser más que una advertencia para las empresas de ultramar de China. Por qué.
Chile juicio salmón
Juicio en Chile por disputa en industriadel salmón puede tener consecuencias globales. Cuatro años después de pagar cerca de 900 millones de dólares por la compra en Chile de empresas en industria del salmón, Legend Holdings Corp. tramita juicio alegando que quiere la devolución del dinero.
Es un caso que subraya las trampas para el avance de China en los mercados mundiales de alimentos. En un proceso de arbitraje en Chile, la unidad de Legend Joyvio Food Co. busca el pago total más daños y perjuicios por
su compra en 2019 de Australis Seafoods.
Joyvio alega que el propietario anterior, el empresario local Isidoro Quiroga: ocultó el hecho de que la empresa estaba incumpliendo los límites de producción de salmón.
Sobreproducción
Según el grupo asiático, los vendedores escondieron información la empresa, “ocultando la sobreproducción, política que también se utilizó para engañar a las autoridades”, declaró Australis.
Si bien ambas partes ya preparan su estrategia legal, el chileno Isidoro Quiroga decidió enviar un comunicado con sus argumentos, motivado también por una entrevista con el director general de Australis, Andrés Lyon, quien indica, entre otras cosas, que «la envergadura de esta estafa nos obliga a pedir la extradición de (Isidoro) Quiroga e interponer varias demandas».
Según el documento escrito por Isidoro Quiroga, “Joyvio se endeudó escandalosamente para comprar Australis, con base en expectativas de retorno imposibles de cumplir para cualquier empresa. Y luego fallaron cuando hubo que adaptarse a las nuevas condiciones regulatorias”, comentó.
Incluso agregó que la presión de la deuda era tan grande que el presidente de Joyvio, Shaopeng Chen, decidió no escuchar las advertencias de los ejecutivos chilenos y ordenó a la empresa seguir produciendo como siempre.
Quiroga, añade: “Esto es pasarles la cuenta a ellos. La Bolsa de Shenzhen los tiene en la mira y les pide explicaciones (…) les echan la culpa a la pandemia, a los cambios de criterio de la autoridad de control, a la situación económica mundial. El discurso de que habrían sido víctimas una estafa, que solo se habrían dado cuenta cuatro años después de la compra, es solo para el público chileno”, concluyó el empresario chileno.