Chile, más cerca hacia contar con nueva Constitución

Chile, más cerca hacia contar con nueva Constitución. La nueva Constitución de Chile está lista para ser aprobada o no en el plebiscito de septiembre próximo.

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En una semana récord, la convención constitucional de Chile aprobó los últimos artículos constitucionales. Laura Palma está contenta y a la vez agotada: “Era una tarea gigantesca la que teníamos por delante”, dice la empleada de la diputada de convención de izquierda Loreto Vidal. Solo en la semana pasada se tomaron varios cientos de votos. Las reuniones duraban a veces más de doce horas al día.

El resultado de la constitución es un fortalecimiento del estado de bienestar, la introducción de derechos sociales básicos a nivel constitucional, la promoción de las regiones y comunidades en relación con el estado central chileno, y el reconocimiento y otorgamiento de derechos básicos especiales para el pueblo indígena.

Si se aprueba la nueva constitución en la próxima votación del 4 de septiembre, Chile también se transformará formalmente en un estado plurinacional. El modelo, que se conoce de Bolivia, entre otros lugares, reconoce a los pueblos indígenas del país como naciones separadas con derechos propios, coexistiendo bajo una misma estructura estatal.

La implementación de la plurinacionalidad en todos los artículos constitucionales provocó resistencia, especialmente en los círculos de derecha. La nueva constitución prevé escaños reservados para los pueblos indígenas en todos los órganos representativos elegidos, como los parlamentos o los consejos locales. El número exacto deberá determinarse en función de la población indígena en el respectivo distrito electoral.

El derecho de los pueblos indígenas a sus tierras, territorios y recursos naturales también fue consagrado en el borrador de la nueva constitución. Los pueblos indígenas no sólo deben recuperar sus tierras, sino que deben poder promulgar sus propias leyes y administrar justicia dentro de sus comunidades y dentro de un marco determinado.

“La convención constituyente allana así el camino para resolver conflictos de larga data”, dice Rosa Catrileo, mapuche y diputada por la convención. A través de los Artículos, la Convención reconoce los reclamos históricos de los pueblos indígenas, la mayoría de los cuales fueron conquistados por el Estado chileno y expulsados ​​de sus tierras en el siglo XIX.

Demandas

Muchas demandas de los movimientos sociales también están ancladas en la nueva constitución. Los derechos sociales a un apartamento propio, al aborto o la educación gratuita hasta el nivel universitario fueron aceptados por la mayoría necesaria. En el caso de muchos derechos sociales, también se estipuló que no solo se debe garantizar el acceso, sino que el Estado también debe desempeñar un papel preponderante en el cumplimiento de los derechos.

El agua y el acceso a ella es reconocido como un bien común por la nueva constitución. Esto acaba con la privatización del agua. Un camino diferente al actual, que conduce a la sobreexplotación del agua disponible y a una distribución desigual entre grandes terratenientes, pequeños agricultores y el resto de la población.

Una comisión de armonización ahora debe completar un borrador final antes de la fecha límite legal del 5 de julio. El 5 de septiembre, los chilenos finalmente votarán si prefieren la nueva constitución a la de la época de la dictadura militar.

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