Chile, segundo «no» abre brecha entre sociedad y política. En Chile se ha rechazado una segunda propuesta de nueva constitución provocando más división entre la sociedad y la clase política.
Chile sociedad política
Por Javier A. Cisterna Figueroa
¿Y ahora que? Ésa es la pregunta que se hace el pueblo de Chile tras los resultados del referéndum del 17 de diciembre de 2023. En menos de un año y medio, el país sudamericano ha rechazado dos propuestas diferentes de nueva constitución.
El 4 de septiembre de 2022, el 63% del electorado votó en contra de una constitución propuesta por los progresistas. Ahora el 56% ha rechazado la propuesta de los conservadores.
Ninguna de las dos opciones podría colmar las esperanzas de un electorado ahora cansado. Las discusiones sobre la constitución no lograron responder a las demandas sociales de las manifestaciones masivas de 2019, el llamado estallido social chileno (“Estallido Social”).
Cuatro años y dos referendos después, prevalece la impresión de un levantamiento incompleto y una clase política desconectada, así como un profundo pesar por la oportunidad perdida. Por eso, no sorprende que, luego de conocerse los resultados, una de las frases más repetidas por analistas y actores políticos fuera “aquí nadie ha ganado”.
Electores
Las decisiones de los ciudadanos se pueden explicar por el hecho de que tanto la izquierda como la derecha cometieron errores similares. Las propuestas de ambos bandos se parecían a programas gubernamentales, incluida una redacción claramente ideológica.
Sin embargo, durante los referendos, los extremos de ambos lados fueron neutralizados y el electorado chileno, conocido por su pragmatismo y tendencias centristas, reaccionó como se esperaba (y como predijeron las encuestas): ante la incertidumbre, optó por fortalecer el status quo.
“El proceso constitucional está cerrado”, comentó el presidente de Chile, Gabriel Boric, en respuesta al último referéndum. El socialdemócrata de 37 años encabeza una coalición que une al centro izquierda tradicional y a los grupos más recientes.
Boric fue alguna vez la fuerza impulsora detrás de los esfuerzos para aprobar una nueva constitución. Ahora debe intentar impulsar al menos parte de su programa de gobierno durante los dos años que le quedan en el cargo.
El próximo presidente de Chile enfrenta enormes desafíos. No será fácil. El debate legislativo no benefició precisamente al Rjecutivo. Y la oposición tiene mayoría tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. No parece haber voluntad política para promover cambios importantes en la política social.
En cuanto a la reforma fiscal, la oposición ha declarado que un aumento de los ingresos fiscales debería lograrse mediante una recuperación económica, y no aumentando los impuestos, como pretende el gobierno. Tampoco hay consenso sobre la política de pensiones.
Inseguridad
Mientras tanto, las mayores preocupaciones de los chilenos son la seguridad, la salud y la economía, como mostró una encuesta del Centro de Estudios Públicos. El año pasado, el PIB de Chile no creció. La sensación de seguridad de los ciudadanos ha disminuido, en parte porque las pandillas internacionales se han involucrado en el crimen organizado local.
En este contexto, el comentario del presidente fue visto como un buen primer paso, ya que indica que no insistirá en un tercer referéndum, sino que se centrará enteramente en las reformas y las prioridades de los ciudadanos.
No está claro qué sucederá realmente. Sin embargo, una cosa es segura: en 2024, los chilenos volverán a las urnas, esta vez para elegir alcaldes y gobernadores regionales. Las próximas elecciones presidenciales están previstas para finales de 2025.
Mientras tanto, la actual constitución de Chile, legado de la dictadura de Augusto Pinochet, seguirá en vigor.
