Cómo puedes organizar tu economía familiar para no caer en el endeudamiento. La crisis económica desatada por el Covid 19 se muestra muy a menudo en los medios de comunicación a través de datos macroeconómicos, valga la redundancia, y estándares financieros que se alejan mucho del comportamiento real a nivel familiar.
Economía familiar
Por Sara Dominguez
En muchas ocasiones, las finanzas familiares están desligadas de la situación a nivel nacional y global. Por suerte, en Chile el proceso de vacunación avanza a ritmos muy elevados, con más del 80% de la población diana ya vacunada. El control de la pandemia, así como las medidas ejecutadas por el Gobierno, ha permitido al país superar la recesión y avanzar crecimientos en el PIB de hasta un 11,5% para el presente 2021.
Toda esta situación lleva a muchas familias a plantearse su situación financiera, cómo están sus cuentas y cuáles son las posibilidades de inversión. En estas situaciones, cuando se inician análisis económicos y financieros, el primer punto es siempre señalar cuál es el estado inicial de las cuentas. Así lo advierten desde la entidad financiera BBVA en el manual presente en la web.
¿Cuáles son tus objetivos financieros y de inversión?
Los expertos en economía recomiendan planificar la situación financiera a medio y largo plazo. Esto obliga a elaborar presupuestos y objetivos por escrito, en planificaciones que puedan ser revisadas constantemente.
Los objetivos financieros son muy variados: realizar inversiones, mejorar la empleabilidad, solicitar vehículos de financiación, reestructurar compromisos de deuda o iniciar algún proyecto emprendedor.
Sea cual sea el objetivo a cumplir, es vital establecer fases en el calendario con grandes propuestas a largo plazo y pequeñas metas en periodos de cumplimiento más cortos. A partir de ahí, tocará crear presupuestos con gastos fijos y gastos variables que se repiten de manera frecuente, así como una partida para imprevistos.
En el caso de que haya gastos cuyo compromiso de pago no se complemente con las vías de ingreso, por ejemplo facturas que sean trimestrales, una solución es ajustar cuánto supondría esa partida a nivel mensual, para saber qué cantidad de dinero hay que reservar periódicamente.
Fíjate objetivos de ahorro a medio y largo plazo
La situación económica y financiera a nivel macro da ya un respiro importante. 2021 no es 2020, afortunadamente, y aunque no siempre esos niveles a gran escala no se ajustan con la situación de las familias, la realidad es que sí suponen un aumento de la confianza, y la economía está muy ligada a este concepto.
Si de algo ha servido la pandemia, hablando sobre cuestiones económicas, es para certificar la necesidad de contar con una fuente de ahorros importante con la que solventar situaciones de inestabilidad.
Tener un colchón para cubrir una emergencia es un objetivo imprescindible a lograr. De lo contrario, los compromisos de pago sin cubrir pueden hacer que muchas familias acaben en una situación peligrosa de deudas que puede acabar en la inclusión en el registro DICOM.
Este registro cuenta con una herramienta propia de elaboración de documentos. Un certificado dicom te mostrará si las personas o empresas en estudio cumplen con sus obligaciones de pago. Existen muchos informes publicados por Equifax: informe comercial platinum 360, informes de arriendo, empresariales, etc.
Con respecto al ahorro, los expertos insisten, lo importante no es la cuantía, sino el hábito. Es fundamental ser consciente de que la cantidad de ingresos recurrente que se recibe puede no ser siempre tan estable y habrá que afrontar situaciones de incertidumbre. Con ese colchón de ahorros, la inestabilidad se solventa mejor.
Invertir solo en dinero que no necesites con urgencia
El ahorro es un concepto económico y financiero importante, tanto como el de inversión. Todo lo que se incluye dentro de estas partidas deben ser insumos no esenciales para la supervivencia.
Si optas por invertir tu dinero, la recomendación más inteligente es hacerlo en escenarios donde se puedan asumir riesgos. Toda inversión lleva aparejada un nivel más o menos elevado de riesgo. No siempre se va a conseguir una alta rentabilidad, y de hecho, a mayor rentabilidad, más asunción de riesgo.
Por ello, una apuesta interesante es invertir en activos con dinero que no se necesita para el día a día y la supervivencia inicial. Junto con esta aparece la de diversificar las inversiones, pues con esto evitarás pérdidas totales en caso del que el activo caiga por completo.