Corrupción judicial en México, serie Duda razonable por Netflix

Corrupción judicial en México, serie Duda razonable por Netflix. Serie de Netflix, Duda razonable, expone la corrupción en el sistema judicial de México sobre hechos reales.

Duda razonable Netflix

Una nueva serie documental de Netflix examina la corrupción en el sistema de justicia de México exponiendo el arraigado uso de la tortura y la negligencia de las autoridades.

La serie Duda razonable ha sido creada, escrita y dirigida por Roberto Hernández.

Investiga un caso legal turbio en Tabasco que comenzó en 2015. La investigación de Hernández consistió en entrevistar a cientos de reclusos, la mayoría de los cuales afirmaron haber sido golpeados, quemados con cigarrillos o torturados con agua, asfixia o descargas eléctricas.

Las confesiones fueron consideradas durante mucho tiempo evidencia decisiva en el sistema de justicia mexicano, a pesar de la realidad de los abusos previos al juicio y el ausentismo de los jueces.

La historia real representada en la serie comienza con un accidente de tráfico menor que resulta en un hombre acusado de secuestro. Darwin Morales, Juan Luís López, Gonzalo García y Héctor Muñoz fueron condenados por delitos que no cometieron.

Otros tres hombres, todos desconocidos entre sí, son arrestados por el secuestro. Los cuatro hombres, Héctor Muñoz, Gonzalo García, Juan Luis López y Darwin Morales, están todos condenados a 50 años tras las rejas por delitos que afirman no haber cometido nunca.

Solo Morales ha sido liberado de prisión, pero no ha recibido compensación por el tiempo que estuvo detenido.

Tortura

Los condenados denuncian tortura. “Mi área del estómago estaba realmente magullada… querían que nosotros asumiéramos la culpa”, dijo uno de los hombres.

“México tiene una regla clara y lógica: la defensa solo necesita demostrar que existe una duda razonable. A pesar de eso, los tribunales operan bajo la presunción de culpabilidad”, dice un narrador.

“Nuestro sistema de justicia, en lugar de impartir justicia, logró transformar un incidente de tráfico menor en una sentencia de 50 años de prisión, y creo que eso es aterrador como resultado”, dice Hernández, en la apertura del programa.

“Es un caso elegido al azar, y me hizo darme cuenta de que había un mar de casos como el de Héctor, Gonzalo, Darwin y Juan. Cuando entré en la cárcel de Macuspana [Tabasco] en 2016… notamos que se habían cometido muchas atrocidades con prácticamente todas las personas que entrevistamos”, dijo Hernández en una entrevista reciente.

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