Elecciones primarias en Argentina, un formalismo peligroso

Elecciones primarias en Argentina, un formalismo peligroso. En la jornada se realizan las elecciones primarias en Argentina, resultados que no definen nada pero, al mismo tiempo, casi todo ante las elecciones de noviembre.

Argentina elecciones primarias

Las elecciones primarias en Argentina prometen tener un impacto sustancial en las elecciones reales en noviembre y en la configuración política general de aquí al 2023.

La coalición de gobierno, Frente de Todos, ha estado en desorden casi desde que tomó la presidencia de manos de Mauricio Macri en 2019 (lo que ho hicieron cuando debieron entregarla en 2015, típico de los malos perdedores). Más que un matrimonio incómodo entre Cristina Fernández de Kirchner (quien «poseía» la mayor parte de los votos) y Sergio Massa, junto a la liga de gobernadores peronistas supuestamente mediada por Alberto Fernández, este frente se parece a un dormitorio de monos de distintas variedades.

Su desgaste se ha incrementado con el calor de la pandemia, la constante crisis económica y su ideología general, que aísla al país de cualquier política sensata en relación con un mundo dinámico, flexible e inteligente.

En la coalición de oposición, un primer reclamo de éxito es haber mantenido la unidad después de un final incómodo de su administración nacional, pero rápidamente también comenzaron a romperse las costuras. Halcones y palomas enfrentaron a los seguidores de Macri contra el alcalde de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, mientras que la Unión Cívica Radical (UCR) busca una vez más recuperar su centralidad como la única fuerza antagonista del peronismo.

Derrotar al enemigo, al parecer, es lo único que mantiene unida a cada coalición mayoritaria.

Por fuera de las dos grandes coaliciones irrumpen economistas José Luis Espert y Javier Miliei, este último más distante de las sospechas de ser un «presta nombre». En nombre de Avanza Libertad presentan una telenovelesca línea dura de la política de derecha, destacando Milei por su estilo agresivo en las redes sociales.

Incertidumbre

El nivel de incertidumbre es altísimo al entrar en estas primarias. Al “miedo a equivocarse” de los encuestadores se suma las complejidades de tratar de seducir a un electorado asediado que ha padecido la pésima política económica de Cristina, Macri y Alberto, hasta ahora.

La pandemia global de Covid-19 continúa arrasando en todo el mundo, a pesar de haber disminuido sustancialmente en los últimos meses en Argentina, sin embargo, sus efectos secundarios emocionales y económicos aún se están manifestando. Y no podemos olvidar la serie de errores no forzados del presidente Alberto, que han erosionado su posición en las encuestas de opinión a niveles que deberían esperarse al final del primer mandato, tal vez del segundo.

Participación

Otro de los secretos que serán revelados durante la jornada será el porcentaje de electores que irán a las urnas, en unas elecciones que solamente desde lo formal se vende como obligatorio para los ciudadados. Las elecciones anteriores provinciales en el año han marcado la baja participación del electorado.

Mientras menos votantes concurran se asegura que el beneficio es para el oficialismo, sin detenerse a pensar en la legitimidad de base de lo que resulte electo, sea quien fuera el ganador o el perdedor.

Los argentinos, en su mayoría, piensan más en el lunes próximo y en cómo repercutirá el resultado en la cotización del dólar, que, realmente, en quien sea favorecido por esta suerte de encuesta millonaria que resultan las PASO.

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