Embajada de Brasil en Chile se renueva en proyecto arquitectónico

La Embajada de Brasil en Chile será renovada por los estudios de arquitectos Ipiña+Nieto Arquitectos y Ossa Arquitectura. El nuevo proyecto se enfoca en establecer un límite que separe las oficinas diplomáticas de la residencia del Embajador. Y dale a la Embajada un marco de distinción como edificio histórico.

En 1872 el arquitecto italiano Eusebio Chelli fue nombrado por Maximiliano Errázuriz para construir una de las mejores casas en Santiago de Chile. Hoy esa casa se conoce como Palacio Errázuriz, ubicada en la Avenida Libertador Bernardo O’Higgins (Alameda).

En 1941 el gobierno brasileño adquirió el Palacio para residencia del embajador. Luego, Brasil decidió agregar un nuevo edificio para ubicar allí su Embajada. Este nuevo edificio sugiere un diálogo con el clasicismo italiano del Palacio, adoptando sus órdenes y ritmos. Más tarde, la diplomacia brasileña, en demanda de más espacio, construyó otro volumen en 1971.

Todas estas intervenciones y ampliaciones alrededor del Palacio causan una falta de jerarquía en la importancia de cada edificio. Y causan confusión entre original y copia, lo histórico y lo nuevo, lo público y lo privado.

 

Nuevo proyecto

El nuevo límite mantendrá permeabilidad visual para permitir a los usuarios disfrutar de un jardín que fue referente de la alta sociedad chilena, a finales del siglo XIX. Una piel de pino que dialoga con el jardín, consolida el límite. Facilitará una permeabilidad que conecta áreas internas y externas. Y separará las áreas públicas de las oficinas privadas de la residencia.

Esta piel de madera se adapta a las características topográficas del jardín y a la flora existente. Asó como unificará los nuevos volúmenes construidos para cumplir con los requisitos programáticos.

La geometría del límite resultante crece en grosor para convertirse en habitable. Se crearán nuevos espacios que califican los edificios entre su interior y exterior.