Emmanuel Macron enojado con la policía israelí. El presidente francés protagonizó una discusión con las fuerzas que no lo dejaban entrar a la Basílica de Santa Ana, que pertenece a su país.
Macron Israel
El presidente de Francia Emmanuel Macron le gritó a algunos policías israelíes luego de que estos no le permitieran ingresar a la Basílica de Santa Ana, un templo que fue donado por los otomanos a los franceses en 1856.
“Aquí es Francia, y todo el mundo conoce la regla” resaltó el presidente Macron. En el lugar ubicado en Ciudad Vieja en Jerusalén, el mandatario instó a vivas voces y en inglés a las fuerzas de seguridad israelíes: “Salgan por favor, nadie tiene que provocar a nadie, ¿entendido?”.
Este espacio, ubicado en la Vía Dolorosa las fuerzas de seguridad israelíes no tienen jurisdicción y por esto se mostró tan ofendido. Lo recibió Napoleón III en el siglo XIX y no es el único territorio francés en el lugar. De hecho, hay otros tres espacios que pertenecen al gobierno de Macron.
Además, el presidente añadió: “Mantengamos la calma, hemos hecho una hermosa caminata, hacen un buen trabajo en la ciudad y lo aprecio, pero por favor, sigan las reglas establecidas durante siglos, no cambiarán conmigo, se los puedo asegurar”.
Sus declaraciones han dado la vuelta al mundo. Portavoces de la policía israelí y del Shin Bet (seguridad interior) indicaron que la situación se originó por una discusión con los guardaespaldas de Macron. Además, y según difundieron fuentes oficiales, el problema se resolvió “según términos acordados con anterioridad”
La Ciudad Vieja, que tiene lugares sagrados del cristianismo, el judaísmo y el islam, se encuentra al este de Jerusalén, que fue ocupada militarmente por Israel en 1967, tiempo después de haber que formara parte de la administración de Jordania.