Gobierno de Chile pide calma al resurgir la violencia. Anoche el gobierno hizo un llamado a la calma ante la violencia renovada en las protestas que han durado cinco semanas y han dejado 23 muertos y más de 2 mil heridos.
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«Deseo hacer un llamamiento profundo y sincero a todas las fuerzas políticas para que pidan la paz», dijo el ministro del Interior, Gonzalo Blumel. «Restaurar la calma es la misión más importante que tenemos hoy como país», agregó el ministro.
Las autoridades dijeron el viernes que el número de personas que murieron en las protestas que comenzaron el 18 de octubre había aumentado a 23, con la muerte el día anterior de un niño de 13 años en el norte de Arica.
«La policía anunció la muerte de una niña de 13 años atropellada por una camioneta durante una manifestación», dijo la secretaría del interior en un comunicado.
La víctima estaba el jueves en una barricada levantada con neumáticos en la carretera que conecta Arica, 2800 kilómetros al norte de Santiago, cerca de la frontera peruana, con el resto del país. Un automovilista golpeó a los manifestantes, mató al adolescente e hirió «gravemente» a un adulto que lo acompañaba, según la oficina del fiscal de Arica. El conductor ha sido detenido.
Aunque las manifestaciones antigubernamentales se movilizan menos que al comienzo del movimiento, el saqueo y el incendio provocado no se detienen.
Y ha habido un aumento reciente en los actos de violencia. El jueves se produjeron graves disturbios en Santiago y otras ciudades como Valparaíso, Viña del Mar, Arica, Antofagasta y Concepción.
«No podemos rendirnos», dijo una joven manifestante, Claudia Ortolani. «Debemos continuar manifestando porque no hemos obtenido nada, porque la represión continúa y porque el gobierno continúa firmando acuerdos falsos», dijo.