Iber Maravi, otro polémico ministro del Perú

Iber Maravi, otro polémico ministro del Perú. Reportes policiales salieron a la luz luego que Iber Maraví llegara al gobierno de Perú con Castillo, relacionados con comandantes criminales de Sendero Luminoso.

Iber Maravi Perú

“Condeno el terrorismo, venga de donde venga, y lamento que me quieran vincular con actos de terceros (…). Soy categórico que no tengo ningún asunto pendiente con la Justicia, ya que no tengo ningún proceso ni ninguna sentencia que manche mi carrera”, escribió el actual ministro de Trabajo de Perú, Iber Maravi.

Castillo no solo no lo cambió, sino que lo apoyó con una alusión en un discurso: “Cuando los hombres de abajo asumen una responsabilidad, salen a decir que son incapaces. Hoy quieren deponer los ministros para poner sus aliados”, dijo Castillo, a pesar que su jefe de gabinete, Guido Bellido, había hecho público que pidió la renuncia de Maravi.

Aunque desconocido hasta hace poco en el resto del Perú, Maravi, de 60 años y que privilegiaba el trabajo en las aulas sobre el ejercicio de la ley, ha mantenido un alto perfil en Ayacucho, el departamento más afectado por la violencia de 1980 al 2000, que dejó casi 70.000 muertos, según la Comisión de la Verdad.

Presidió el Frente de Defensa de Ayacucho -un grupo cívico con fuerte presencia-, fue concejal independiente en la capital departamental, Huamanga, y se presentó sin éxito al Congreso, además de dedicar tiempo a actividades artísticas.

Sendero Luminoso

Pero su presencia más notoria fue como líder regional de maestros, primero en el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación del Perú (Sutep) y luego en una disidencia que tuvo a Castillo como máximo referente nacional.

Según Maravi, hubiera sido imposible llevar esa vida pública si, como dicen sus acusadores, hubiera sido parte de Sendero Luminoso, el grupo armado maoísta que nació en Huamanga y que la Comisión de la Verdad consideró el primer gran responsable de el período de violencia que se inició en los años 80.

Dos reportes policiales que salieron a la luz luego que Maraví llegara al gobierno lo señalan como “no” autor de los ataques con dinamita cometidos entre 1981 y 1982. Junto a su nombre están los de personas que se convertirían en comandantes de Sendero, como Osmán Morote, Edith Lagos o Hildebrando Pérez Huaracca.

El ministro solo admite haber conocido a Lagos, fallecido en 1982.

«Por supuesto. Es una ciudad pequeña y los dos éramos escolares ”, dijo, pero negó cualquier relación con Morote o Pérez Huaracca, aunque se casó con una hija de este último. Según explicó, conoció a su esposa años después de la desaparición del padre.

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