Kim Jong-un abre fronteras norcoreanas con China
Régimen en ruinas
Corea del Norte, cuya información dada es dudosa, aún no ha informado un solo caso del virus, un récord que muchos tienen bajo escrutinio por compartir frontera con China. El sistema de salud norcoreano, en ruinas, no podría controlar un brote de COVID.
La imposibilidad de obtener información precisa sobre el país se da por el control de la libertad de expresión por parte del régimen, y con el abandono de los diplomáticos y agencias sanitarias con sede allí, se ha hecho imposible.
China, con el cual Corea del Norte hace intercambios económicos, le ofreció al gobierno de Kim Jong Un tres millones de dosis de Sinovac, producida en China, junto con suministros médicos al país por parte de la ONU. Kim Jong-un se negó.
La agencia de espionaje de Corea del Sur le comentó a los legisladores que sus vecinos del norte estaban en conversaciones con China y Rusia para reanudar las rutas ferroviarias transfronterizas a partir de este mes y que las autoridades habrían aceptado en los últimos meses un aumento de los envíos de suministros de emergencia.
Corea del Norte cuenta con China para más del 90% de su comercio, incluidas las importaciones de bienes vitales como cereales, fertilizantes y equipos agrícolas, y su población ha dependido durante mucho tiempo del contrabando transfronterizo y los mercados negros para complementar un sistema estatal de racionamiento en ruinas.