Latinoamérica, estrés hídrico para próximos 25 años

Estrés hídrico América Latina agua promedio mundial

Latinoamérica, estrés hídrico para próximos 25 años. Estrés hídrico en Latinoamérica por demanda de agua aumentando 43% para 2050, casi el doble del crecimiento promedio mundial, entre 20 y 25%.

Estrés hídrico América Latina agua promedio mundial

Latinoamérica estrés hídrico

En Latinoamérica se espera que la demanda de agua aumente un 43% para 2050, casi el doble del crecimiento promedio mundial, que se espera que aumente entre un 20 y un 25%.

La expansión agrícola, las actividades industriales y el crecimiento demográfico (y los flujos migratorios) son las tres causas principales identificadas por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Si bien circunstancias similares ocurren en otras partes del mundo, en América Latina ocurren a un ritmo acelerado.

«Lo que está sucediendo es sumamente preocupante», le dice a BBC News Mundo Michelle Muschett, jefa de la Dirección para América Latina y el Caribe del PNUD.

Por un lado, el consumo de agua aumenta y, por otro, la cantidad de agua disponible disminuye a medida que aumentan los eventos extremos relacionados con el cambio climático, con un aumento progresivo de las temperaturas y las sequías.

Estrés hídrico

El estrés hídrico, explica Muschett, no es sólo un problema medioambiental. La escasez de agua aumenta las desigualdades y tiene un grave impacto en la nutrición porque los alimentos pueden volverse escasos y más caros.

También afecta a la salud, ya que puede fomentar el consumo de agua contaminada y provocar problemas de higiene, además de perjudicar los medios de vida de muchas familias cuando la tierra se seca.

Sólo el año pasado, hubo una pérdida del 30% de algunos cultivos alimentarios en Argentina y del 80% en Perú.

Las sequías sin precedentes también han perturbado el tráfico marítimo a través del Canal de Panamá, afectando el crecimiento económico del país y una parte importante del comercio marítimo mundial.

Otra consecuencia de la escasez de agua es su impacto sobre la energía.

En las últimas dos décadas, más de la mitad de la energía producida en la región provino de centrales hidroeléctricas, marcando una tendencia creciente.

Latinoamérica agua

Aunque la energía hidroeléctrica es una fuente de energía renovable que se considera «verde», el problema es que la escasez de agua la hace menos confiable.

Esto fue evidente en Ecuador, que depende de plantas hidroeléctricas para obtener más de las tres cuartas partes de su electricidad. En abril de este año, el país declaró el estado de emergencia y comenzó a racionar la electricidad debido a la falta de lluvias.

Brasil también depende en gran medida de la energía hidroeléctrica: el 55% de toda nuestra electricidad es producida por este tipo de plantas.

Pero la falta de lluvia es sólo una cara de la moneda.

Las proyecciones científicas indican que algunos países tendrán temporadas de lluvias más cortas y, al mismo tiempo, las precipitaciones serán más extremas.

En estas circunstancias, como los acuíferos y los suelos son incapaces de absorber el exceso de agua, se pierde una parte importante de los recursos hídricos y pueden producirse inundaciones con graves consecuencias.

Países afectados América Latina

Actualmente, 25 países del mundo sufren un estrés hídrico extremo. En América Latina, Chile es el único en esta categoría, según un análisis del World Resources Institute.

Los otros países más afectados por la escasez de agua en la región son México y Perú, ambos con un alto nivel de estrés hídrico.

Hasta 2050, Chile seguirá liderando el ranking de estrés hídrico extremo en América Latina, mientras que México y Perú seguirán expuestos a un nivel alto.

Los niveles se calcularon utilizando el escenario intermedio, es decir, si los esfuerzos actualmente en marcha para mitigar los efectos del cambio climático no aumentan ni disminuyen.

Pero en 2080, México y Chile serán los dos países de la región afectados por un estrés hídrico extremo, mientras que Perú y El Salvador estarán en un nivel alto, si se mantienen las políticas ambientales actuales.

Agua escasez

Si bien la escasez de agua afecta a toda la región, en Chile la situación es crítica.

El país de Latinoamérica alberga varias de las zonas más secas del mundo y una parte importante de su economía depende tanto de la minería como de la agricultura.

«Estas dos actividades exigen grandes cantidades de agua. Y a esto se suma el impacto muy fuerte del cambio climático», argumenta Muschett, del PNUD.

Para enfrentar el problema, agrega, el país debe incrementar sus esfuerzos para que las actividades que generan mayor estrés hídrico se puedan realizar de manera planificada.

Una de las claves para enfrentar el problema, afirma el experto, es que exista una gestión integrada del agua que garantice el consumo humano y las actividades económicas del país, donde participen los sectores público y privado.

Y otro elemento fundamental, añade Muschett, es que la planificación se haga con las comunidades.

En última instancia, los esfuerzos deberían apuntar a «lograr un equilibrio entre las aspiraciones económicas y las aspiraciones ambientales», dijo.