El Salvador busca alargar mandatos presidenciales, Colombia no

El Salvador busca alargar mandatos presidenciales, Colombia no. La duración de los mandatos presidenciales en América Latina siempre han sido una regla a romper, abriendo debates fuera de la realidad.

Mandatos presidenciales Latinoamérica

La Carta Democrática Interamericana fue recién aprobada en 2001, en respuesta a la experiencia autoritaria de Fujimori en Perú, quien abrió la ola de mandatos presidenciales extendidos. En la región con muchas democracias devaluadas, en la que la reelección consecutiva primero, e ilimitada después, ha sido un elemento sustancial de deterioro institucional, el debate es agotador.

Como no podía ser de otra manera, dados los precedentes de Hugo Chávez, Daniel Ortega, Evo Morales y Rafael Correa, el populismo y su innata aspiración a mantenerse en el poder está llevando a Nayib Bukele a buscar también su prolongación en la presidencia de El Salvador.

La decisión contraria se ha tomado en Colombia, cuyo Congreso ha rechazado una iniciativa de un grupo de diputados que buscaba aumentar el mandato presidencial (y el de otros cargos electos) de cuatro a cinco años.

El presidente Iván Duque se distanció de esta propuesta desde un principio, valorando el paso atrás que ya ha dado Colombia al revertir la reelección presidencial introducida con Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos y que está prohibida desde su propio mandato.

La reelección presidencial consecutiva no favorece ni perjudica en sí misma la democracia, lo que ocurre es que en los países latinoamericanos donde se introdujo el populismo, como primer paso hacia la reelección ilimitada, ha provocado un grave deterioro de las condiciones democráticas, en un contexto de hiper -presidencialismo y eliminación de contrapoderes.

Coincide que los países de mayor calidad institucional y democrática de la región –Chile, Uruguay y Costa Rica– prohíben la reelección consecutiva y la admiten en forma diferida. En cualquier caso, la Corte Interamericana de Derechos Humanos dejó en claro que ningún presidente puede invocar la posibilidad de la reelección como derecho universal.

Países

A través de su vicepresidente, Félix Ulloa, Bukele ha dejado sobre la mesa una reforma constitucional que básicamente supone una nueva Constitución, ya que propone introducir 215 enmiendas en un texto que tiene 274 artículos.

De esta forma, sin necesidad de convocar una Asamblea Constituyente, dado que su partido ya controla la Asamblea Legislativa de manera absoluta, Bukele pretende cambiar las reglas del juego. Lo que hicieron Chávez, Correa y Morales con sus nuevas constituciones.

Además de que la reforma podría incorporar directamente la reelección presidencial. La reforma debe ser aprobada por la actual Asamblea y ratificada en 2024 por la próxima; Aunque estos son plazos ajustados, Bukele ya podría beneficiarse de un sexto año ese mismo 2024, antes de optar por un segundo mandato.

La reelección indefinida, vigente en Venezuela y Nicaragua (lo intentó Morales en Bolivia, y en Ecuador un referéndum la eliminó cuando Correa dejó el poder), “es contraria a los principios de una democracia representativa”, según la Corte Intercamericana de Derechos Humanos.

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