México, femicidio de estudiante aviva ira por crisis delictiva

México, femicidio de estudiante aviva ira por crisis delictiva. Femicidio de la estudiante Debanhi Escobar en México, de 18 años, ha desatado la ira contra la pasividad de las autoridades ante crisis.

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La muerte de una estudiante mexicana de 18 años ha desatado la ira contra las autoridades acusadas de negligencia por los asesinatos y desapariciones de miles de mujeres cada año, pocas de las cuales reciben merecida atención.

El caso de Debanhi Escobar ha generado un interés mediático inusualmente intenso en un país donde casi 100.000 personas están desaparecidas y la mayoría de los homicidios no llegan a los titulares nacionales.

El cuerpo de Escobar fue encontrado el 21 de abril en el tanque de agua de un motel, casi dos semanas después de su desaparición en las afueras de Monterrey, capital del estado norteño de Nuevo León.

Los fiscales dijeron que no descartaban nada en su caso, que ha generado atención internacional desde América del Sur hasta Estados Unidos y Europa.

Una espeluznante foto tomada la noche en que desapareció que muestra a Escobar de pie en la oscuridad se volvió viral y rápidamente se convirtió en un símbolo para un movimiento de derechos de las mujeres.

Con un top blanco, una falda larga y tenis de caña alta, un bolso al hombro y el cabello suelto, se veía casi como cualquier otra mujer joven en una noche de fiesta.

Excepto que estaba sola y vulnerable, esperando al costado de una carretera en un país donde alrededor de 10 mujeres son asesinadas todos los días.

Monterrey

“Debanhi, te presto mi voz” y “Queremos justicia”, gritaron las mujeres en una protesta en la Ciudad de México, luego de manifestaciones similares en Monterrey.

“Las jóvenes están desapareciendo por hechos, omisión o indolencia”, escribió la politóloga Denise Dresser en un editorial sobre el caso titulado “fosa común”.

“Están desapareciendo porque la sociedad todavía discute si fue culpa de ellas, por salir solas y de madrugada”, agregó.

Irregularidades

Incluso antes que se encontrara el cuerpo de su hija, el padre de Escobar había acusado a las autoridades de errores en la búsqueda e investigación iniciales, lo que despertó el interés de los medios.

“Este caso tiene mayor visibilidad porque así lo decidieron los medios”, dijo la especialista en apoyo psicosocial Valeria Moscoso, quien lamentó que otras víctimas no hayan recibido la misma atención a pesar de que también se pronunciaron.

El miércoles, el fiscal general de Nuevo León, Gustavo Guerrero, destituyó públicamente a dos fiscales por “errores” y “omisiones” en el caso.

En un ejemplo, los equipos de búsqueda visitaron el motel cuatro veces antes de encontrar el cuerpo.

“Esta es una de varias irregularidades que provocaron esta reacción”, dijo la activista María de la Luz Estrada.

También el miércoles, los fiscales publicaron un video para tratar de construir una cronología de los hechos.

Cámaras

Según las imágenes de la cámara de seguridad, Escobar deambulaba sola por el costado de la carretera, antes de ingresar al complejo del motel y mirar por la ventana de un restaurante abandonado.

Más temprano, la joven se había marchado de una fiesta tras una discusión con otras personas del lugar, según testigos e imágenes difundidas por los medios.

Luego tomó un taxi, cuyo conductor trabajaba para una aplicación de transporte, pero luego se bajó por razones desconocidas, según varios testimonios.

El conductor ha negado las acusaciones de comportamiento inapropiado hacia Escobar y dijo que él le tomó una foto al costado de la carretera para advertir a sus amigos después que ella se bajó del vehículo.

“Hay muchas hipótesis. No podemos descartar nada”, incluida la posibilidad de un accidente, dijo Guerrero a los periodistas.

Escenario

Solo este año, 322 mujeres han desaparecido en Nuevo León, aunque los fiscales señalan que el 90 por ciento fueron encontradas en 72 horas.

El año pasado, México registró 33.308 homicidios a nivel nacional, y alrededor del 10 por ciento de las víctimas fueron mujeres, según cifras oficiales.

Alrededor de 1.000 de ellos fueron categorizados como femicidios (asesinatos de mujeres por su género), aunque algunos activistas consideran que el número real es mucho mayor.

Muchos casos comparten un patrón similar al de Escobar: “la indolencia de las autoridades, la complicidad, la limitada capacidad de investigación, la culpabilización de las víctimas, la criminalización de las familias y la impunidad de los agresores”, dijo Moscoso.

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