Minas de cobre chilenas necesitarán más de 1 GW de nueva potencia en 2019-2030. La Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) estima que el consumo de electricidad de la industria aumentará a 33.1 TWh en 2030.
Minas de cobre chilenas
Chile tendrá que agregar 1.387 MW de capacidad de generación de energía para satisfacer la creciente demanda de electricidad de la industria minera del cobre en el período 2019-2030.
Este aumento estará liderado por la concentración, que según todas las actividades de procesamiento de minerales representará el 66% del consumo de energía en 2030, creciendo a una tasa compuesta anual de alrededor del 4.6%.
Se espera que las minas de cobre en la región de Antofagasta sigan siendo los mayores consumidores de energía, demandando un estimado de 16.7 TWh en 2030, o más del 30% más en comparación con lo que necesitaban en 2019.
La demanda de las minas en Atacama y Tarapacá crecerá en un 78% y 110%, respectivamente, seguida por la región de Coquimbo, donde se proyecta que el consumo de energía aumente en un 46% para 2030.
La industria minera chilena del cobre está ubicada en la parte central norte y sur del país y cuenta con el servicio del Sistema Nacional de Electricidad (SEN), el más grande de los tres sistemas de red independientes en Chile.
El año pasado, el SEN se fortaleció con la puesta en marcha de la línea de transmisión Cardones-Polpaico de 753 km, un proyecto clave para permitir el transporte sin problemas de las energías renovables desde las regiones del norte hasta los puntos de consumo en el sur.
La capacidad instalada total en el SEN alcanzó los 24.004 MW, de los cuales 5.293 MW provienen de fuentes renovables, según las estadísticas de noviembre de 2019 publicadas por la comisión nacional de energía de Chile.
El informe de Cochilco destaca que el potencial de SEN para una mayor incorporación de energías renovables, junto con la eficiencia energética y la implementación de nuevas tecnologías, puede ayudar a la industria minera del cobre. Con la combinación de energía diversificada, la industria ahora puede esperar mejoras en la seguridad energética a costos cada vez más bajos, lo que a su vez hará que la industria minera del cobre sea más competitiva.
