Perú, por qué Congreso podría volver a ser bicameral. La nueva legislación en Perú puede presagiar el regreso retrasado de un Congreso nacional bicameral. Opinión en contra de la medida.
Perú Congreso bicameral
Por Samanta Berenice Chávez
Estudiantes peruanos de derecho de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco informan para JURISTA sobre acontecimientos relacionados con el derecho que afectan al Perú.
Todos son del CIED (Centro de Investigación para Estudiantes de Derecho, un centro de investigación estudiantil de la facultad de derecho de la UNSAAC dedicado a difundir información jurídica y mejorar la cultura jurídica a través del estudio y la investigación, promoviendo el debate crítico y reflexivo para contribuir al desarrollo del país.
El Perú está organizado bajo el principio de separación de poderes, por lo que existen tres poderes o poderes, cada uno de ellos independiente y autónomo: el poder ejecutivo, el poder legislativo y el poder judicial. El poder ejecutivo está compuesto por el presidente, los vicepresidentes y los ministros responsables de dirigir la política estatal.
El poder legislativo está compuesto por 130 congresistas y está principalmente a cargo de elaborar leyes y ejercer control político sobre las acciones del poder ejecutivo. El poder judicial es el encargado de administrar justicia.
Actualmente, el Congreso (poder legislativo) es unicameral y no se permite la reelección inmediata de los congresistas. Por lo tanto, el 16 de noviembre de 2023 se aprobaron en primera votación los proyectos de ley 660, 724, 792 y 1044 para el retorno del sistema bicameral, que incluiría también la reelección inmediata de los congresistas. Este fue aprobado con 93 votos a favor.
Para que este proyecto de ley se haga realidad, al tratarse de una reforma constitucional, aún necesita una segunda votación, que deberá realizarse en una sesión legislativa siguiente, según el art. 206 de la Constitución Política del Perú, es decir, el año que viene.
Constitución
Por ejemplo, con la constitución de 1979, la bicameralidad consistía en una cámara de diputados con 180 miembros y una cámara de senadores con 60 miembros, para un padrón electoral de 12 millones de personas en los años 80. En 1992, tras el autogolpe de Alberto Fujimori, se convocó a un Congreso Constituyente Democrático para aprobar la constitución de 1993, en la que el congreso pasó a ser unicameral, en ese momento con 80 congresistas. Desde entonces, el número ha aumentado.
Es necesario saber que en 2018 también hubo deseo de realizar esta reforma y se celebró un referéndum. Pero esto fue negativo ya que la población peruana estaba en contra. Uno de los factores fue el rechazo a la realización de ese congreso. El año pasado también se votó el mismo tema en el Congreso, sin embargo, sólo se obtuvieron 66 votos (menos de la mayoría) a favor y el proyecto de ley no logró ser aprobado.
La unicameralidad ha dado origen a un congreso poderoso y sin límites, que año tras año comenzó a aprobar leyes inconstitucionales y a ejercer un escaso control político, velando sólo por sus intereses, trayendo consigo una escasa representación real de la voluntad del pueblo peruano. Esto ha empeorado con cada congreso elegido en los últimos años, generando impopularidad y descontento social.
Cabe señalar que el bicameralismo es bueno teóricamente hablando, ya que habría diputados con iniciativas legislativas y senadores con facultad de revisar dichas iniciativas y así tener una segunda evaluación para evitar que las leyes inconstitucionales que se aprueban todos los días en el Perú pasen a filtro. Sin embargo, también es necesario evaluar el número de senadores y diputados, considerando que actualmente en el Perú hay 25 millones de personas inscritas en el padrón electoral.
Proyecto actual
Si bien es cierto que el proyecto de ley actual es impopular debido a la baja aceptación del Congreso y sus acciones, el Congreso no parece haber cambiado, ya que continúa tomando decisiones impertinentes y haciendo contrarreformas a las reformas realizadas anteriormente no solo en el ámbito electoral. pero también en educación y otros que afectan día a día a la población.
Un ejemplo es que el 16 de noviembre se aprobó un bono de 9.900 soles para todos los trabajadores del Congreso, lo que implicaría un gasto de 35 millones de soles, bono que ya había sido otorgado en abril de este año. Con el antecedente de los congresistas, los peruanos creen que una vez más les corresponde a los propios congresistas quienes cobran parte del salario de sus trabajadores ya que es por ellos que obtuvieron esos empleos.
Por otro lado, desde junio, el Congreso, con el Proyecto de Ley N° 6155-2023, busca eliminar las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, proponiendo modificar los mecanismos de selección de candidatos de las organizaciones políticas en elecciones primarias en cualquiera de estas tres modalidades: voto de los ciudadanos, voto de los socios y mediante delegados.
El Jurado Nacional de Elecciones emitió su opinión, señalando la inviabilidad de dicho proyecto ya que va en contra de una ley que aún no se ha puesto en práctica, la Ley 30998, además de dejarlo por ser beneficioso para la democratización de las organizaciones políticas y el fortalecimiento de la democracia.
El descontento social en el Perú sigue aumentando, provocando que una buena reforma sea vista como mala por decisiones mal tomadas en un congreso, que en lugar de reconciliarse con el pueblo, se aleja cada vez más.