Prueba de animales para cosméticos cuenta con rechazo mayoritario entre chilenos. Los recientes datos muestran que el 86 por ciento de los encuestados piensa que la práctica debería prohibirse en Chile. Y que deberían implementarse leyes ya promulgadas por otros 37 países. Entre los que se incluyen Israel, India y Nueva Zelanda y varios países de la Unión Europea.
Animales afectados por industria millonaria
Según Humane Society International [HSI], los chilenos apoyan abrumadoramente las leyes que prohíben las pruebas con animales para cosméticos. La encuesta de la consultora Cadem evidenció que la gran mayoría de los chilenos, un 78 por ciento, se opone a las pruebas con animales para cosméticos.
El estudio también fue promovido por la ONG Te Protejo. Los resultados «fortalecen fuertemente» la campaña colaborativa #BeCrueltyFree de organizaciones que buscan modificar el Código de Salud de Chile. Pretenden asegurarse la prohibición de pruebas con animales cosméticos y el comercio a lo largo de todo el país.
Para Camila Cortínez, directora general de Te Protejo, «es alentador ver que la gente de Chile comparte nuestra creencia y que las pruebas con animales para productos e ingredientes cosméticos son crueles, arcaicas y deberían prohibirse».
«Nuestros hallazgos deberían servir como un llamado de atención para nuestro gobierno y la industria de la belleza que es hora de que Chile sea #BeCrueltyFree».
La modificación a ley vigente fue presentada en 2016 por el grupo bipartidista PARDA (Parlamentarios por la dignidad animal en Chile). Y en los considerandos sustanciales proponen la modificación al Código de Salud. Se persigue dejar en claro la prohibición para el uso de animales en pruebas de toxicidad para productos cosméticos. Además de utilizar sus ingredientes individuales en Chile, así como también la venta de cosméticos que se han probado en animales en el extranjero, luego que la futura ley entre en vigor.
Humane Society International cree que la compasión hacia los animales es una condición humana natural indistintamente de la cultura, la situación económica o el sistema político.