Salida al mar o herramienta electoral, el truco de Evo Morales

Salida al mar o herramienta electoral, el truco de Evo Morales. Una encuesta de diario El Deber indicó que 6 de cada 10 bolivianos creen que Morales utiliza la demanda marítima a Chile para ser nuevamente reelegido. El ex legislador chileno Jorge Tarud es categórico: “Lo que hizo fue convertir la corte en un comando de campaña».

Tarud es un crítico histórico del presidente Morales. “Le hablan a Bolivia, no a la corte”, confirmó. Es la misma voz que definió al «banderazo» del 10 de marzo como “el acto populista más grande del mundo”. Y el chileno no vaciló en calificar como un acto de campaña electoral del presidente boliviano.

El «banderazo» al que se refiere fue el despliegue de una bandera de casi 200 kilómetros de longitud. Unió las ciudades bolivianas de La Paz y Oruro a través de montañas y valles. Evo Morales hizo de esta gesta una cuestión nacional. Fue la previa a su demanda marítima en la corte de La Haya. No pocos creen que la disputa es el centro de campaña electoral ante las presidenciales de 2019.

Salida al mar, oxígeno para Evo

La Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya se ha transformado en una tribuna proselitista. Bolivia quiere obligar a Chile a negociar su salida soberana al mar. Para la mayoría de políticos y juristas chilenos el acceso soberano fue saldado en un acuerdo firmado por las dos naciones en 1904.

Sin embargo, los reflejos de Evo como político no reconocen límites. Y sorprendió al encabezar en persona la delegación boliviana que viajó a La Haya para defender la posición de su país.

En el frente interno la actual presidencia de Morales no es la mejor. Los índices de aceptación han caído. Y ya no es crucial que siga siendo el país con mayor crecimiento de Sudamérica. Un factor de rechazo generalizado es su candidatura a las presidenciales de 2019. Ya en febrero de 2016 perdió un referéndum para modificar la Constitución y habilitarse como aspirante legítimo.

Recibió la ayuda del Tribunal Constitucional. Y en diciembre pasado un fallo tolera su reelección indefinida. El favor llegó más bien como intercambio. Y la sospecha se instaló en la sociedad boliviana. Su popularidad cayó de modo rotundo. Por eso su reclamo de salida al mar se ha transformado en asunto de vida o muerte.

El analista político Gustavo Pedraza entiende que Evo no es el primero en manipular a la ciudadanía con este anhelo. “A algunos les ha ido mejor y a otros peor. A Morales le está yendo muy bien. En su peor momento, mientras su popularidad es inferior al 25% de apoyo, cuando siempre había estado alrededor del 50% o 60%, ha acudido al tema. Hay mucha propaganda interna, mucho uso del simbolismo y los canales de TV y la prensa están cubriendo lo que pasa en La Haya al detalle. Prácticamente todos los problemas que había antes de los alegatos se han puesto en segundo plano. Se han olvidado”, añade.

Las chances de Bolivia

Evo Morales reclama la apertura de un corredor soberano de 10 kilómetros de ancho para Bolivia, en el norte de Chile. Santiago no sólo no cede parte de su territorio, sino que la postura es evitar futuras demandas. Los dos países rompieron sus relaciones diplomáticas en 1978.

La decisión final del tribunal de La Haya se espera para finales de 2018. Evo conocerá probablemente el fallo antes de las presidenciales de 2019. Será ese momento el que explique mejor si la estrategia electoral fue exitosa. Hay más para ganar que para perder. Y Morales es el primero que entendió este juego.