Satélites de Chile, lanzados al espacio por cohete de Elon Musk. Falcon-9 se lanzó desde Cabo Cañaveral: en su interior se encontraban tres satélites construidos por científicos de Universidad de Chile.
Chile satélites Elon Musk
Sushi-2 y el Sushi-3 y el Plantsat. Así se llaman los satélites de Chile que orbitarán el espacio en 21 días, tal lo previsto por la Universidad de Chile. Salieron dentro de Falcon-9, de Elon Musk.
“Hay algunas organizaciones que han lanzado más de un satélite en un lanzamiento y nosotros, en este grupo, estamos aprendiendo nuevos conocimientos y adquiriendo nuevas habilidades”, dijo Marcos Díaz, el investigador a cargo del Programa Espacial de la Universidad de Chile.
Los tres satélites chilenos serán puestos en órbita a una altura aproximada de 550 km. Fue lanzado por la empresa intermedia italiana extend orbit, que pondrá los satélites en órbita en alrededor de un mes.
Una vez que los satélites estén en órbita serán controlados desde la estación terrestre de la universidad, donde comenzarán a realizar investigaciones planificadas en ciencias espaciales, ciencias biológicas, desarrollos tecnológicos y comunicaciones.
“Es diferente al primer lanzamiento (SUCHAI-1, en 2017), porque el cohete está saliendo del dispositivo que sostiene nuestros satélites adentro en el espacio y solo estará estacionado en el plano orbital que necesitamos unos 21 días después. En ese momento iremos a buscarlos y comenzaremos a operarlos desde las instalaciones del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la FCFM”, explicó el investigador principal.
Hito
Un nuevo hito se producirá unos seis meses después del inicio del proceso, cuando se desplieguen dos femtosatelites que aumentarán la constelación a cinco satélites de Intercomunicación, con una configuración común y funcionando como un sistema (enjambre). Con estos cinco puntos de medición su finalidad es estudiar una tormenta solar.
Esta nueva fase del programa estudia el funcionamiento de los tres satélites desde la estación terrestre durante al menos un año. “Ojalá podamos alcanzar y posiblemente incluso superar el tiempo de actividad de dos años de SUCHAI-1, pero también dependerá de los recursos de operaciones”, dijo Marcos Díaz.