Tatuaje del presidente electo de Chile, qué se conoce. Gabriel Boric no solo será el más joven presidente de Chile, sino el primero en América Latina en lucir un tatuaje (varios, a decir verdad).
Tatuaje presidente Chile
Una persona espera que lo luzca abiertamente. Se trata de Yumbel Góngora, autoproclamada “disidente de los tatuajes”, que pintó los tres diseños elaborados que llenan los brazos y la espalda del presidente electo de Chile, Gabriel Boric, con imágenes de su región natal de la Patagonia.
“Es importante que una persona nunca olvide sus raíces. Eso siempre te mantiene enfocada en dónde estás y lo que es importante … no te pierdas en la fama”, dijo Góngora, mientras se tomaba un descanso en su salón en el centro de Santiago decorado con obras de arte que contienen lemas feministas.
Desde sus días como líder de protestas estudiantiles, Boric ha hecho una carrera burlándose de las convenciones. Rechazó el traje y la corbata tradicionales cuando fue elegido al Congreso en 2014 y en su lugar vistió camisetas de bandas de rock, jeans y una vez incluso un Mohawk, todo el tiempo provocando la ira de los tradicionalistas.
«No podría importarme menos», dijo, en ese momento, descartando las convenciones como «una herramienta de las élites para distinguirse de la gente baja».
Pero adoptó una apariencia decididamente más conformista en el período previo a la segunda vuelta de las elecciones del domingo, todavía sin corbata, pero con un abrigo oscuro, camisas de vestir y una barba bien arreglada, para cortejar a los chilenos más conservadores que están nerviosos por votar por un millennial no probado que cuenta entre sus partidarios al Partido Comunista de Chile.
Mapas antiguos
Góngora dijo que estudió mapas antiguos de Chile durante meses para idear el primer tatuaje que diseñó para Boric hace casi una década: un mapa de las islas cubiertas de hielo y fiordos laberínticos cerca de donde ambos crecieron en Punta Arenas, en la punta austral del continente.
Más tarde, diseñó otros dos más: un árbol de lenga retorcido en nudos por los fuertes vientos del sur y un faro del fin del mundo brillando en el vacío, que Boric había tallado en su brazo izquierdo durante una batalla contra la depresión.
«Un faro solitario de Magallanes entre los mares tormentosos y misteriosos del sur de la Patagonia», dijo Boric, en una publicación en las redes sociales de 2018 que muestra el arte corporal de Góngora. «Voy a vivir allí algún día, pero mientras tanto vive conmigo».
Góngora, cuyo cabello teñido de verde, piercings y tatuajes son una especie de publicidad ambulante de su arte de formación universitaria, dijo que Boric siempre se destacó entre su clientela urbana hipster por su humildad, algo que ella atribuye a su crianza lejos de la capital.
Pero se sintió traicionada por su compañero activista cuando en noviembre de 2019 él negoció un acuerdo con los partidarios del presidente Sebastián Piñera para poner fin a las protestas a nivel nacional provocadas por un aumento en las tarifas del metro. Fue una decisión política arriesgada que en su momento le costó a Boric el apoyo de intransigentes como Góngora, a quien identifica como una “anarquista-feminista”.