Tecnología agrícola, las oportunidades que ofrece el mercado de Chile. Tres desafíos clave que enfrentan actualmente los productores en Chile
Tecnología agrícola
Obtener más de las cosechas: a pesar que el área total de tierra es de solo 756.102 kilómetros cuadrados, de las cuales solo el 23% se reportó como área de tierras agrícolas en 2015, según el Banco Mundial, el mayor problema del país es que no produce suficientes cosechas para mantener sus altos ingresos de exportación.
Daniel Manriquez, de AgroFresh, estima que entre el huerto y el consumidor se pierde entre el 30% y el 50% de la producción. Esto presenta una oportunidad para las soluciones de almacenamiento, los bloqueadores de enzimas y los sensores que ayudan a identificar el tiempo de cosecha óptimo para reclamar en el mercado chileno.
El clima de Chile es citado a menudo por su forma única, siendo uno de los países más largos y angostos del planeta. Esto presenta obstáculos increíbles para los grandes productores, cuyas operaciones pueden abarcar múltiples zonas climáticas en un momento de notable cambio en el medio ambiente.
Manriquez dice que como resultado de los cambios de temperatura está viendo cultivos que se mueven constantemente hacia el sur, señalando que «100 kilómetros al sur de Santiago solían haber muchos huertos de manzanos. Hoy están a más de 600 al sur».
El Gerente Técnico de AgroEnzymas de América del Sur, Orlando Lopez Salomon, considera este cambio como una oportunidad para el mercado de insumos. Específicamente en el área de bioestimulantes y biorreguladores, que pueden ayudar con el estrés y las cargas fisiológicas que experimentan las plantas a medida que cambian sus climas.
Gabriel Assandri, director de Bayer Chile, expresó su acuerdo al decir que «el mercado biológico está evolucionando con gran dinamismo en nuestro país. Durante los últimos cinco años, las ventas han crecido en dos dígitos al año».
Mitigar las amenazas relacionadas con la humedad es otro de los obstáculos. Chile tiene una historia larga y dilatada con irrigación. Luna de Acres estima que el 100% de los cultivos para uso de exportación se encuentran en tierras de regadío. Y a pesar de la deficiencia del 90% de las precipitaciones en el valle agrícola central, la mayoría de estos cultivos no se han visto afectados.
Assandri de Bayer señala sus esfuerzos «específicamente en el monitoreo satelital, sondas de irrigación y estaciones meteorológicas. Hemos visto resultados positivos hasta el momento. Por ejemplo un 50% de ahorro de agua para regar uvas de mesa».